Células tumorales (rojo) y los vasos sanguíneos que le proporcionan los nutrientes (verde) ABC
Un ensayo internacional identifica una
mutación genética conocida en melanoma en otros tumores y abre la puerta
al desarrollo de terapias dirigidas
Se llama BRAF y cuando está proteína se altera se convierte en el motor del melanoma, el cáncer de piel más agresivo.
Esta mutación está presente en la mitad de los melanomas y
su hallazgo permitió hace años diseñar fármacos eficaces destinados a
inhibirla y a combatir este cáncer tan agresivo.
Ahora un ensayo clínico
internacional ha identificado la presencia de la mutación en el
desarrollo de otros tumores de difícil pronóstico, abriendo una nueva
puerta al tratamiento con el mismo fármaco que ya es efectivo en la
lucha contra el cáncer de piel.
En concreto, la alteración se ha encontrado en cáncer de pulmón, cáncer de ovario, colorrectal, de mama, mieloma múltiple y tumores endocrinos, según se publica en la revista médica «New England Journal of Medicine».
En el ensayo han participado 23 centros oncológicos de todo el mundo, entre ellos dos españoles:
el equipo de Josep Tabernero del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y
el de Manuel Hidalgo en el Centro Integral Oncológico Clara Campal de
Madrid.
La frecuencia de la mutación en
otros tumores no es tan alta como en melanoma. Su presencia no supera el
15% frente al 60% del primero. «El porcentaje es bajo, pero existe.
Además son pacientes con un pronóstico muy desfavorable que no respondían a otros fármacos y
ahora tienen una posibilidad de tratamiento», indica Josep Tabernero,
jefe del Servicio de Oncología Médica del Vall d'Hebron.
Fármaco de rescate
Tabernero recuerda el caso de una de sus pacientes con cáncer de pulmón que no respondía a ningún tratamiento,
«ni a los de primera, segunda ni tercera línea. La enfermedad le estaba
deteriorando gravemente y el fármaco utilizado para inhibir la mutación
(vemurafenib) empezó a funcionar. Hemos visto cómo puede rescatar a
pacientes que habían agotado todos los tratamientos», cuenta.
El oncólogo catalán recurre a un
símil para explicar cómo funciona la mutación BRAF: «Es como si
distintas marcas de coches (Renault, Seat, Volkswagen..) utilizaran el
mismo motor para sus modelos. Si tienes la llave para detener ese motor,
dará igual la marca del coche. El coche se parará. Igual ocurre con
BRAF, es el motor de la enfermedad. Si un medicamento es capaz de detenerlo, no nos importa si es un cáncer de piel, de mama, de pulmón...».
El beneficio del medicamento anti
BRAF ha sido especialmente visible en enfermos con cáncer de pulmón y en
algunos tipos de histiocitosis «para los que no había otra
alternativa», apunta el oncólogo Manuel Hidalgo. Además del fármaco
ensayado, el vemurafenib, existen otros medicamentos que inhiben el efecto de esta mutación peligrosa que ya están comercializados y también podrían ser nuevos candidatos a tratamiento.
A Hidalgo no le preocupa que el
porcentaje de enfermos con la mutación sea pequeño en otros tumores si
se compara con el melanoma «porque al ser enfermedades muy comunes, como
el cáncer de pulmón, el número final de enfermos que se puede beneficiar es muy alto», apunta.
Estudio Básquet
Este ensayo, denominado Básquet, abre además un nuevo paradigma para realizar estudios clínicos en poblaciones de enfermos con tumores infrecuentes, en los que se puede demostrar la eficacia de fármacos sin necesidad de realizar estudios muy costosos y con muchos pacientes.
Si estos estudios convencen a las
autoridades regulatorias, el enfermo se podría beneficiar antes sin
recurrir a la fórmula de tratamiento compasivo para medicamentos que aún
no han sido autorizados para esa indicación. En este ensayo
participaron 122 pacientes de los 23 centros de todo el mundo.
N. RAMÍREZ DE CASTRO
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