Algunos científicos aseguran que esto sucederá
en apenas décadas, otros afirman que este proceso tomará siglos. Lo que
sí está claro es que el proceso de calentamiento global ya comenzó y es
indetenible. Pero qué traerá a la humanidad: ¿beneficios o problemas?
El
ser humano es responsable solo parcialmente del proceso de cambio
climático global: él “calienta” la atmósfera, construyendo grandes
ciudades e incrementando la producción. Pero ese factor no es el
principal. Nuestro planeta tiene sus propios ciclos de glaciaciones y
calentamientos. Los seres humanos solo pueden acelerar estos procesos,
explica el director del programa climático del Fondo Mundial de la
Naturaleza Salvaje, Alexéi Kokorkin:
—La
volubilidad natural del clima está subordinada a ciclos oceánicos con un
período de sesenta a setenta años. Esto significa que las siguientes
dos décadas no serán obligatoriamente más cálidas que las anteriores,
sino que incluso pueden ser hasta más frías. Pero las décadas que sigan a
estas pueden tornarse considerablemente más calientes. No se trata de
un crecimiento lineal de la temperatura, sino más bien un proceso
oscilatorio. Cuando la temperatura aumenta, se incrementa la intensidad
de movimiento de las masas de aire. Consecuentemente, hay más
intercambios de masas de aire entre el norte y el sur. Como resultado
tenemos un clima inestable. Y probablemente, así continuará.
Las
predicciones meteorológicas para los próximos años no son muy
halagüeñas: se tornarán más frecuentes las heladas anómalas y las
sequías, los tifones e inundaciones. El clima ha dejado de ser estable.
Los procesos de reducción de los glaciares traerán sequías a Asia. Sin
embargo, estos procesos pueden resultar beneficiosos a los habitantes de
las regiones norteñas. Vladímir Berdin, director de planificación y
colaboración estratégica del Centro Internacional de Desarrollo
Energético Estable, nos comenta:
—Si nos
referimos a Rusia, tenemos como factor positivo el incremento del tiempo
disponible para la navegación por la ruta marítima del Mar del Norte.
Igualmente crecerá el ciclo vegetal de las plantas, lo cual resulta
positivo para la agricultura. Igualmente se reducirá el tiempo de las
temporadas de calefacción, lo cual incide, consecuentemente, en el
volumen combustible requerido.
El Norte,
realmente, será más cálido. Los expertos señalan que ya en la tundra
comienzan a aparecer árboles de regiones más sureñas. Sin embargo, el
calentamiento traerá a la humanidad no pocos disgustos. Afirma el jefe
del programa climático del Fondo Mundial de la Naturaleza Salvaje,
Alexéi Kokorkin:
—El calentamiento global
no es solo un aumento de la temperatura, sino un ascenso en el nivel del
mar. Es inevitable que este suba al menos un metro. Como comprenderán,
esto es particularmente peligroso para las grandes ciudades costeras
asiáticas. Los pequeños estados insulares, como las islas Maldivas,
también se verán bajo amenaza.
Pero si el
invierno en Canadá y Rusia se torna más cálido, eso implicará que en
uno o varios siglos se abrirán las rutas marítimas del norte. Y no solo
junto a los litorales rusos, sino también las rutas noroccidentales:
desde las costas de Canadá y Groenlandia hasta el estrecho de Bering y
los países asiáticos. En el sur, en cambio, las temperaturas caerán. Los
científicos señalan un crecimiento de los glaciares en la Antártida. Y
este proceso también es natural.
fs/mo/sn
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