lunes, 3 de diciembre de 2012

La sonda Cassini desvela los enigmas de Titán

 
 
 
Титан спутник Сатурна планета космос

 
Los estudiosos de los planetas con los buenos servicios de la sonda Cassini, han logrado observar interesantes procesos.
Por ejemplo, que incluso un cuerpo celeste tan distante del Sol, como es Titán, satélite de Saturno, experimenta el cambio de las estaciones del año, de la primavera, del otoño, en sus distintos hemisferios. Asimismo, gracias a estas investigaciones quedó claro que la frontera de la atmósfera media de Titán se extiende, como mínimo, hasta unos seiscientos kilómetros sobre la superficie, lo que equivale más o menos a unos cien a ciento cincuenta kilómetros más que lo que se suponía antes.
Titán es el único de los satélites del sistema solar que cuenta con una atmósfera densa, parecida a la terrestre. Su componente principal es el nitrógeno, más la presencia de metano y de hidrógeno y algunos otros gases.
No obstante que Titán se encuentra, en comparación con la Tierra nueve veces más allá del Sol, y que recibe cien veces menos energía solar, allí tiene lugar también el cambio de las estaciones del año, lo que se explica por el cambio de la ubicación del eje de rotación con respecto al Astro rey.
En Titán sobrevino, en 2009, el equinoccio, después de lo que, en el hemisferio norte del satélite comenzó a aproximarse el verano, y el invierno, en el sur. Aquellos cambios repercutieron bruscamente en la atmósfera de Titán, un proceso observado por la sonda Cassini (de la NASA, de la AEE, y de la Agencia Espacial de Italia).
En la atmósfera de Titán, a una altura de cuatrocientos a quinientos kilómetros, se observa una capa de humo, la que, según se supone, indica la frontera de circulación de la atmósfera media, que representa una franja íntegra. Aquella capa de vapor ligero está separada de la fundamental (a una altura de ochenta a cien kilómetros), y se consideraba que la capa superior corresponde a aquel campo donde nace el vapor. Sin embargo, después de dos años de observaciones, que siguieron al equinoccio, resultó que esa conjetura no se ajustaba a la realidad.
La atmósfera en el hemisferio norte, después del cambio de estaciones del año, con la llegada del verano comienza a calentarse, y en el sur, a enfriarse. Así las cosas, en el hemisferio norte, llamémoslo de verano, las masas calientes comienzan a elevarse, y a descender en el sur, llamémoslo invernal. Ello conduce a un efecto interesante: a la elevación de la temperatura a una altura de cuatrocientos a quinientos kilómetros sobre el polo sur, y a la formación de un torbellino, (similar al que se observaba antes en el polo norte).
A juicio del doctor Nick Teanby, de la Universidad de Bristol, primer autor de un artículo publicado en Nature, ello ocurre debido a que, las masas atmosféricas llegadas desde el hemisferio norte comienzan a descender y a comprimirse, lo que explica su recalentamiento.
Los investigadores observaban, merced a los equipos de la sonda Cassini, estuvieron observando el contenido de distintos gases en la atmósfera durante dos años después del equinoccio. Los datos obtenidos revelan que, creció casi en unas cien veces la concentración de esos gases sobre el polo sur, en el tiempo de las observaciones (a la misma altura de los cuatrocientos a quinientos kilómetros), y la velocidad de su descenso es de uno a dos milímetros por segundo.
El doctor Teanby y sus colegas de organizaciones científicas de Europa y de EEUU concluían que, para explicar ese fenómeno es indispensable que, la circulación de las masas atmosféricas transcurra mas arriba de la frontera supuesta antes de quinientos kilómetros, posiblemente a una altura de seiscientos kilómetros. Pero, es posible explicar así la existencia de una capa separada de vapor: las moléculas complejas que la constituyen se forman en la atmósfera, mas arriba, sin embargo, a una altura de cuatrocientos a quinientos kilómetros tiene lugar una suerte de tránsito irregular, a saltos, es posible que algunas partículas pequeñas se separen o se unan, pero de otra manera, convirtiéndose de esa manera en ese vapor ligero.
Este trabajo significa también que, para la comprensión del clima de Titán es indispensable tomar en cuenta los procesos que ocurren por encima de esa frontera, y que las informaciones posteriores de Cassini siguen siendo muy importantes. La sonda trabaja actualmente en los marcos de una segunda misión prolongada, denominada “Solsticio”, que comenzó en septiembre de 2010 y se prolongará hasta septiembre de 2017. El equinoccio de Saturno debe sobrevenir en mayo de 2017. A esa altura, la sonda habrá ya vivido en el cosmos unos veinte años.

sb/mo/ap
Olga Zakútniaya  /  http://spanish.ruvr.ru

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