Cuando
mis amigos, que pasaron este verano en California y por curiosidad
visitaron Mystery Spot, me contaron sobre ese lugar, mi alegría era
ilimitada. Qué excelente idea para un nuevo artículo. Pero, después de
estudiar el tema, tuve ciertas dudas sobre la veracidad del “milagro
norteamericano”, como suelen llamar a la zona Prather.
¿Por
qué?
Ya veremos, pero empezaremos con una breve prehistoria. De acuerdo
con la leyenda local, a fines de los años 30 del siglo pasado, un tal
George Prather, que sufría de una terrible migraña, por consejo del
médico empezó a realizar paseos por el bosque. El aire puro y la
actividad física debían ejercer una influencia benéfica sobre su salud.
Durante uno de los paseos vespertinos Prather se vio en el lugar, que
ahora se denomina Mystery Spot. Solo allí sus dolores de cabeza cesaron.
Y empezaron las maravillas. La aguja de la brújula giraba sin parar, el
campo gravitatorio se alteraba, los objetos adquirían una posición
extraña en el espacio. Y, obviamente, en ese lugar no había pájaros
cantores ni ningún otro representante del mundo de la fauna. Solo la
composición clásica de cualquier lugar anómalo.
El
intrépido Prather dispuso que se le construya una casa en el mismo
epicentro de la zona anómala. Le construyeron una vivienda sólida, pero,
como si fuera a propósito, durante un corrimiento de tierras, la casa
se desprendió de los cimientos y quedó inclinada. Muchas veces
intentaron nivelarla, pero en vano. Y entonces Prather comprendió que su
nueva casa se somete a sus propias leyes gravitatorias. Allí la fuerza
clásica de gravedad actúa de otra manera. Lo que debe caer se eleva y el
espacio está deformado. Y desde fines de los años 1940 en esa casa
empezaron a organizar numerosas excursiones, que mejoraron sensiblemente
la situación material de su propietario y el propio lugar se convirtió
en un lugar de culto en EEUU y es considerado como una de las zonas
anómalas más excepcionales del país.
Anualmente
miles de turistas entusiasmados experimentan en carne propia las
“maravillas” de la zona Prather. Los guían atentos y afectuosos muestran
de lo que es “capaz” la gravitación alterada: exhiben brújulas que no
funcionan, enseñan experimentos con objetos, que en lugar de deslizarse
hacia abajo sobre una tabla se deslizan hacia arriba, y a dos personas
de una misma altura de pie sobre diferentes extremos de una misma tabla,
pero resulta ser que uno es más alto que el otro en virtud de la
“perspectiva alterada” en ese lugar. Los lugareños afirman que una vez
por semana, los martes al anochecer, antes de cerrar, en la cabaña la
gravitación desaparece totalmente por unos segundos y uno puede planear
libremente. Además el rayo del láser se distorsiona de forma
sorprendente.
¿Cómo explicar todo esto?
Empezaremos
con mis expertos personales. Mis amigos, que estuvieron en Mystery
Spot, afirman que no sintieron ninguna desaparición de la gravitación,
si bien se anotaron especialmente en el grupo del martes. Ellos no
tenían consigo un puntero láser, de modo que en este sentido nada pueden
negar, pero si llevaban una brújula. Y en algunas partes realmente
andaba mal. Pero solo en algunas partes. En cuanto al experimento con
botellas que se elevan por palo, realmente es impresionante, todo es
verdad. Y la sensación de la irrealidad del espacio bate todos los
récords en la cabaña. O sea que ellos estaban absolutamente seguros de
que se encontraban en un lugar mágico. No obstante, la experta de La Voz de Rusia, Anna Aksákova, decoradora que se especializa en los efectos ópticos, se muestra más escéptica:
—La
zona Prather es una de las más geniales mistificaciones del siglo XX.
Se basa en una ilusión óptica. La cabaña, como ustedes saben, se
encuentra bajo un ángulo de veintitrés grados. Es un ángulo suficiente
para que la gente no se caiga y en su interior todos tengan la sensación
de que están de pie pero algo inclinados. Se crea la ilusión óptica de
la negación de las leyes de la gravitación.
Y
el truco, donde dos turistas de una misma altura son puestos en los
diferentes extremos de la tabla y uno parece más alto que el otro,
también es una ilusión óptica. Semejante tipo de atracción se puede ver
en Moscú en el Museo de Ciencias Recreativas Experimentanium. Solo que a
diferencia de los emprendedores norteamericanos nosotros no decimos que
eso es “magia”, sino explicamos honestamente como está ingeniada la
atracción.
¿Pues
será posible que Mystery Spot no pueda ser incluido en la lista de
zonas anómalas?
George Prather fue uno de los más talentosos showman e
inventores de su tiempo. La idea de su genial engaño coincidió con una
época muy dura para todos los norteamericanos: la Gran Depresión y la
Segunda Guerra Mundial. Su familia no tenía dinero, y la idea resultó
más que oportuna.
Prather
construyó especialmente su sorprendente casa, valiéndose de todos sus
conocimientos de constructor. Cada centímetro del interior y del espacio
circundante fue pensado hasta los menores detalles. Se trata
precisamente del caso en que hay que decir “no creas en lo que ven tus
ojos. Y la hermosa leyenda sobre la anomalía de dicho lugar sigue en
pie: el flujo de ingenuos turistas no cesa hasta el día de hoy.
Foto: klopp.ru
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