domingo, 22 de septiembre de 2013

Zona Prather: ¿anomalía de verdad o engaño virtuoso?

 


La zona Prather es la célebre zona anómala, situada en EEUU no lejos de la ciudad de Santa Cruz, California, también conocida como Mystery Spot. Se considera que allí la gravitación no se somete a las leyes de la Tierra, sino a sus propias leyes. El agua cae de abajo arriba y una vez por semana uno puede ser testigo del efecto de ingravidez.

Cuando mis amigos, que pasaron este verano en California y por curiosidad visitaron Mystery Spot, me contaron sobre ese lugar, mi alegría era ilimitada. Qué excelente idea para un nuevo artículo. Pero, después de estudiar el tema, tuve ciertas dudas sobre la veracidad del “milagro norteamericano”, como suelen llamar a la zona Prather.

¿Por qué? 

Ya veremos, pero empezaremos con una breve prehistoria. De acuerdo con la leyenda local, a fines de los años 30 del siglo pasado, un tal George Prather, que sufría de una terrible migraña, por consejo del médico empezó a realizar paseos por el bosque. El aire puro y la actividad física debían ejercer una influencia benéfica sobre su salud. Durante uno de los paseos vespertinos Prather se vio en el lugar, que ahora se denomina Mystery Spot. Solo allí sus dolores de cabeza cesaron. Y empezaron las maravillas. La aguja de la brújula giraba sin parar, el campo gravitatorio se alteraba, los objetos adquirían una posición extraña en el espacio. Y, obviamente, en ese lugar no había pájaros cantores ni ningún otro representante del mundo de la fauna. Solo la composición clásica de cualquier lugar anómalo.

El intrépido Prather dispuso que se le construya una casa en el mismo epicentro de la zona anómala. Le construyeron una vivienda sólida, pero, como si fuera a propósito, durante un corrimiento de tierras, la casa se desprendió de los cimientos y quedó inclinada. Muchas veces intentaron nivelarla, pero en vano. Y entonces Prather comprendió que su nueva casa se somete a sus propias leyes gravitatorias. Allí la fuerza clásica de gravedad actúa de otra manera. Lo que debe caer se eleva y el espacio está deformado. Y desde fines de los años 1940 en esa casa empezaron a organizar numerosas excursiones, que mejoraron sensiblemente la situación material de su propietario y el propio lugar se convirtió en un lugar de culto en EEUU y es considerado como una de las zonas anómalas más excepcionales del país.

Anualmente miles de turistas entusiasmados experimentan en carne propia las “maravillas” de la zona Prather. Los guían atentos y afectuosos muestran de lo que es “capaz” la gravitación alterada: exhiben brújulas que no funcionan, enseñan experimentos con objetos, que en lugar de deslizarse hacia abajo sobre una tabla se deslizan hacia arriba, y a dos personas de una misma altura de pie sobre diferentes extremos de una misma tabla, pero resulta ser que uno es más alto que el otro en virtud de la “perspectiva alterada” en ese lugar. Los lugareños afirman que una vez por semana, los martes al anochecer, antes de cerrar, en la cabaña la gravitación desaparece totalmente por unos segundos y uno puede planear libremente. Además el rayo del láser se distorsiona de forma sorprendente.

 ¿Cómo explicar todo esto?

Empezaremos con mis expertos personales. Mis amigos, que estuvieron en Mystery Spot, afirman que no sintieron ninguna desaparición de la gravitación, si bien se anotaron especialmente en el grupo del martes. Ellos no tenían consigo un puntero láser, de modo que en este sentido nada pueden negar, pero si llevaban una brújula. Y en algunas partes realmente andaba mal. Pero solo en algunas partes. En cuanto al experimento con botellas que se elevan por palo, realmente es impresionante, todo es verdad. Y la sensación de la irrealidad del espacio bate todos los récords en la cabaña. O sea que ellos estaban absolutamente seguros de que se encontraban en un lugar mágico. No obstante, la experta de La Voz de Rusia, Anna Aksákova, decoradora que se especializa en los efectos ópticos, se muestra más escéptica:
—La zona Prather es una de las más geniales mistificaciones del siglo XX. Se basa en una ilusión óptica. La cabaña, como ustedes saben, se encuentra bajo un ángulo de veintitrés grados. Es un ángulo suficiente para que la gente no se caiga y en su interior todos tengan la sensación de que están de pie pero algo inclinados. Se crea la ilusión óptica de la negación de las leyes de la gravitación.

Y el truco, donde dos turistas de una misma altura son puestos en los diferentes extremos de la tabla y uno parece más alto que el otro, también es una ilusión óptica. Semejante tipo de atracción se puede ver en Moscú en el Museo de Ciencias Recreativas Experimentanium. Solo que a diferencia de los emprendedores norteamericanos nosotros no decimos que eso es “magia”, sino explicamos honestamente como está ingeniada la atracción.

¿Pues será posible que Mystery Spot no pueda ser incluido en la lista de zonas anómalas? 

George Prather fue uno de los más talentosos showman e inventores de su tiempo. La idea de su genial engaño coincidió con una época muy dura para todos los norteamericanos: la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Su familia no tenía dinero, y la idea resultó más que oportuna.
Prather construyó especialmente su sorprendente casa, valiéndose de todos sus conocimientos de constructor. Cada centímetro del interior y del espacio circundante fue pensado hasta los menores detalles. Se trata precisamente del caso en que hay que decir “no creas en lo que ven tus ojos. Y la hermosa leyenda sobre la anomalía de dicho lugar sigue en pie: el flujo de ingenuos turistas no cesa hasta el día de hoy.

Foto: klopp.ru

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