La marihuana ha logrado detener las convulsiones de
una niña que estaba a punto de morir tras cuatro años de tratamientos
médicos inútiles.
El amor de sus padres ayudó a inventar un aceite, que
ya ha salvado a 41 pacientes con diferentes síntomas.
Charlotte Figi nació en 2006 en EE.UU. y cuando tenía varios meses de
edad empezó a sufrir convulsiones. Fue diagnosticada con el síndrome de
Dravet, un tipo de epilepsia grave que no es tratable con medicamentos.
Los
padres de la niña, Matt y Paige, probaron la dieta cetogénica. Esto
ayudó a reducir las convulsiones, pero tenía una gran cantidad de
efectos secundarios: Charlotte empezó a perder masa ósea, su sistema
inmunológico se desplomó, la niña hacía cosas raras como comer piñas
coníferas.
Dos años después de empezar la dieta, las convulsiones
volvieron.
Más tarde, Matt encontró un video sobre un enfermo de Dravet curado con cannabis. Su cepa fue baja en tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto de la marihuana que es psicoactivo. También fue alta en cannabidiol (CBD), que se utiliza en la medicina.
Cuando su padre veía el video, Charlotte ya no era capaz de caminar,
hablar y comer, tenía 300 convulsiones a la semana. Su corazón se había
detenido en varias ocasiones.
Los Robin Hood de la marihuana
La
niña fue salvada cuando su madre encontró a los hermanos Stanley, unos
de los mayores productores de marihuana de Colorado y dueños de
dispensarios. Casualmente en ese momento cultivaban una cepa de
marihuana alta en CBD y baja en THC.
Los Stanley son conocidos como los Robin Hood de la marihuana: obtienen
donaciones de los patrocinadores y regalan la hierba a los enfermos,
incluso han creado una fundación de caridad para abastecer con cannabis a
adultos y niños.
Los padres explicaron a Stanley su problema y juntos han elaborado una
nueva cepa de marihuana, denominada 'Charlotte's Web' y produjeron un
aceite que detuvo convulsiones de la niña.
"Literalmente, yo podía ver cómo el cerebro de Charlotte hacía conexiones que fallaban hace años", dijo Matt.
La cepa ya ha ayudado a 41 pacientes con epilepsia y cáncer .
Charlotte ya tiene seis años. Sus ataques solo ocurren dos o tres veces
al mes, casi exclusivamente cuando duerme. No solo camina, sino también
puede montar en bicicleta, se alimenta a sí misma y cada día habla más y
más.
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