Miembros del Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Funcionales (CIDAF) de la Universidad de Granada han confirmado y descubierto nuevas propiedades beneficiosas para la salud en 14 hortalizas y 11 frutas.
En concreto las hortalizas son tomate, pimiento, pepino, calabacín,
berenjena, alcachofa, judía, lechuga, zanahoria, patata, cebolla, ajo,
haba y espárrago. Y las once frutas incluyen el limón, mango, granada,
membrillo, aguacate, níspero, chirimoya, caqui, sandia, melón y uva.
Este
trabajo, dirigido por el profesor Alberto Fernández y coordinado por
Antonio Segura, ha permitido confirmar la presencia de compuestos
bioactivos, algunos de ellos desconocidos hasta la fecha, que en gran
medida son los que definen las propiedades beneficiosas para la salud de
estos productos.
Esta investigación permitirá otorgar un valor añadido a las frutas y hortalizas estudiadas,
así como ampliar, mejorar y actualizar las 'tablas de composición de
los alimentos' en cuanto al contenido de compuestos bioactivos,
fenólicos y carotenoides, además de datos de actividad antioxidante que
no se habían incluido hasta el momento.
Los científicos
seleccionaron las especies vegetales en función de su interés, consumo e
importancia socio-económica para Andalucía, siguiendo las directrices
de la Dirección General de Industria Agroalimentaria de la Junta.
De cada vegetal se
seleccionaron, dependiendo de su disponibilidad y teniendo en cuenta
aspectos geográficos y climatológicos, las variedades más relevantes en
Andalucía. Las muestras se recolectaron en el grado óptimo de maduración
y a cinco tiempos diferentes.
Antioxidante
Se mejoran las 'tablas de composición' de estos alimentos en cuanto a compuestos fenólicos y carotenoides
Tras una revisión bibliográfica sobre las características y composición de cada matriz, los investigadores llevaron a cabo la puesta a punto tanto de los métodos de tratamiento previo de muestra como de los métodos analíticos para la determinación de compuestos fenólicos y de carotenoides. A su vez, se optimizaron diferentes metodologías para la determinación de la capacidad antioxidante.
Tras una revisión bibliográfica sobre las características y composición de cada matriz, los investigadores llevaron a cabo la puesta a punto tanto de los métodos de tratamiento previo de muestra como de los métodos analíticos para la determinación de compuestos fenólicos y de carotenoides. A su vez, se optimizaron diferentes metodologías para la determinación de la capacidad antioxidante.
Seguidamente, se
realizó la identificación y cuantificación de los carotenoides más
característicos (licopeno, β-caroteno, luteína y β-criptoxantina) de
cada una de las muestras mediante 'cromatografía líquida acoplada a
espectrometría de masas con analizador de triple cuadrupolo'
(HPLC-QqQ-MS).
El estudio más amplio se centró en la definición del perfil polifenólico de
los extractos vegetales mediante esta técnica unida al denominado
'tiempo de vuelo e ionización por electrospray' (HPLC-ESI-Q-TOF-MS). El
trabajo se completó con la determinación de la capacidad antioxidante
mediante otros tres métodos diferentes (TEAC, FRAP y ORAC).
nota
La información médica ofrecida en esta web se ofrece solamente con
carácter formativo y educativo, y no pretende sustituir las opiniones,
consejos y recomendaciones de un profesional sanitario.
Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un
profesional sanitario, considerando las características únicas del
paciente.
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