Extremadamente violentas, están causadas por estrellas de neutrones o agujeros negros a miles de millones de años luz
CSIRO
Cuatro misteriosas y titánicas explosiones captadas en lo más profundo del Universo,
a miles de millones de años luz, son el objeto de un artículo en la
revista “Science” de esta semana. En él, los científicos intentan
determinar el origen de estos fenómenos extremadamente violentos. Los
investigadores señalan que, según su brillo y distancia, las explosiones
provienen de cuando el Universo tenía la mitad de la edad actual, es
decir, hace unos 7.000 millones de años, y que pueden estar causadas por
estrellas de neutrones o agujeros negros.
Dan Thornton, de la Universidad de Manchester (Reino Unido)
y perteneciente a la Organización de Investigación Científica e
Industrial de la Commonwealth en Australia (CSIRO), explica que los
hallazgos señalan acontecimientos de una gran magnitud y que implican la
liberación de ingentes cantidades de masa y energía.
“Una única ráfaga de emisión de radio de origen desconocido
fue detectada fuera de nuestra galaxia hace unos seis años, pero nadie
estaba seguro de lo que era o de si era real, por lo que hemos pasado
los últimos cuatro años en busca de más ráfagas explosivas de corta
duración. Este documento describe cuatro explosiones más, lo que elimina
toda duda sobre su realidad. Las ráfagas de radio duran sólo unos pocos
milisegundos y el que detectamos más lejos se encontraba a 11.000
millones de años luz”.
Los resultados sugieren que esas señales pueden ser muy
numerosas. Otra cosa muy diferente, sin embargo, es ser capaces de
detectarlas. Michael Kramer, director del Instituto Max-Planck de Bonn
(Alemania) y profesor universitario en Manchester, aclara que “los
estallidos duran sólo una décima parte de un abrir y cerrar de ojos. Con los telescopios actuales necesitamos suerte para ver el lugar correcto en el momento adecuado. Con una tecnología que captara visualmente las ondas de radio podríamos distinguir esos flashes sobre el cielo todos los días”.
Magnetares
El equipo, que incluyó a investigadores del Reino Unido,
Alemania, Italia, Australia y Estados Unidos, utilizó el radiotelescopio
CSIRO de 64 metros, localizado en Parkes (Australia). Otro de los
participantes en el proyecto, Matthew Bailes, de la Universidad
Swinburne de Tecnología en Melbourne, cree que el origen de estos
estallidos explosivos puede estar en las estrellas de neutrones alimentadas por campos magnéticos muy fuertes, conocidas como magnetares:
“Los magnetares pueden emitir más energía en una milésima de segundo
que nuestro Sol en 300.000 años y son el principal candidato para la
explosión”.
Los investigadores afirman que sus resultados proporcionan
una manera de descubrir las propiedades del espacio entre la Tierra y el
lugar donde se produjeron las explosiones. Ben Stappers, de la Escuela
de Física y Astronomía de Manchester, señala que “aún no estamos seguros
de lo que constituye el espacio entre las galaxias, por lo que habrá
que utilizar estas explosiones de radio para comprender más acerca de la
materia perdida del universo. Ahora estamos empezando a usar el de
Parkes y otros telescopios como el Lovell de la Universidad de
Manchester, en busca de estas explosiones en tiempo real”.
josé manuel nieves
http://www.abc.es
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