Aunque los medios de difusión aseveran a menudo que, la sonda Curiosity
se dedica precisamente a la búsqueda de vida en Marte, ello no es así
del todo. Su objetivo es establecer si antes pudieron existir en ese
planeta, condiciones para la vida de microorganismos. La respuesta es ya
conocida: sí, pudieron. De ahí que, sobre la base de la experiencia de Curiosity,
y de sondas anteriores, se va a preparar el nuevo proyecto, Marte 2020,
como el paso posterior y perfectamente lógico en el estudio del
planeta.
Desde enero que en la NASA comenzó sus labores el Mars 2020 Science Definition Team,un
grupo de especialistas que emitió un espacioso informe con
recomendaciones de cómo debe ser la nueva sonda y sobre lo que tendrá
que hacer. El aparato debe realizar, por primera vez en la historia de
las investigaciones del Planeta Rojo, un análisis microscópico. Tendrá
que juntar muestras del suelo para traer más tarde a la Tierra.
Finalmente, comprobará cómo podrían, las expediciones de las futuras
expediciones tripuladas, aprovechar los recursos de Marte. Las tareas
son en general de una envergadura mayor que las planteadas a Curiosity,
considera Maxim Litvak, del Laboratorio de espectroscopia del Instituto
de investigaciones espaciales de la Academia de Ciencias:
–En
el caso de esta colosal misión, confío en que recorra una distancia
mayor por el planeta y que tenga más posibilidades de investigar las
sustancias del suelo a profundidad. Si la sonda Curiosity hizo una
perforación de cinco a siete centímetros, con esta la profundidad será
mayor, así como la toma de muestras. Posiblemente, ello será empleado
para el retorno posterior de la muestra de suelo de Marte a la Tierra.
En general se trata de la continuación evolutiva de la sonda Curiosity.
Luego
de estudiar el informe con las recomendaciones, la NASA determinará el
conjunto de instrumentos que llevará la nueva nave automática. Y a
continuación convocará un concurso abierto para la creación de ese,
llamémoslo, “relleno” científico. Lo más probable es que Marte 2020 sea
un proyecto internacional, al igual que Curiosity, agrega Maxim Litvak:
–Una
parte de los aparatos será diseñado en cooperación internacional. En lo
que respecta a la participación rusa, pienso que nuestros especialistas
estarán interesados en ofrecer dispositivos científicos para esa sonda,
pero todo va a depender del grado en que se ajusten a sus objetivos y
tareas.
Rusia podría ofrecer un instrumento análogo al instalado en Curiosityy en otras estaciones científicas, conjetura Iván Moiséiev, del Instituto de política espacial:
–Por
lo general instalamos un analizador de neutrones, para la búsqueda de
agua. Lo más probable es que viaje también en la nueva sonda,
naturalmente que perfeccionado.
La concepción de
Marte 2020 no se basa en absoluto en el axioma de que un día existió
vida en el Planeta Rojo. Aunque no se lograse encontrar vestigios suyos,
los científicos se aproximarán a la comprensión de las condiciones en
que se gestó la vida en la Tierra. Añadamos que, esta será la primera
misión astrobiológica a Marte, después de las sondas Viking. Estas, a
mediados de la década del setenta buscaron vestigios de vida y
obtuvieron resultados contradictorios, los que hasta ahora suscitan
discusiones entre científicos. De manera que esta nueva nave automática,
la Marte 2020, una versión evolucionada de Curiosity, será con todo una descendiente directa de los Vikingos
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