Cada año se realizan en el
mundo unos 112.000 trasplantes y el 10 por ciento de los órganos que
se utilizan proceden del tráfico ilegal, según ha asegurado el
responsable de trasplantes de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), el español José Ramón Núñez, durante un encuentro en Madrid
organizado por la Comisión Europea y la Organización Nacional de
Trasplantes (ONT).
Núñez ha explicado que se trata de una
estimación porque actualmente es algo "oculto y mafioso" de lo que no
hay datos oficiales, y los beneficiarios son personas "con recursos"
de "países ricos", como Israel, Estados Unidos, China o La India, que,
ante su situación personal o la de un familiar próximo, "hacen
cualquier cosa como irse a otro país a comprar órganos".
Estos ciudadanos, ha lamentado, se "aprovechan de la desgracia" de
ciudadanos de países más pobres, como Pakistán, Costa Rica o Perú, que
"se ven obligados por sus circunstancias personales a vender uno de
sus órganos para subsistir ellos y sus familias".
De hecho, ha
explicado Núñez, el principal problema de esta práctica ilegal es el
donante, ya que el receptor "tiene las máximas garantías que tendría
en Nueva York o en Madrid".
Sin embargo, "el donante vende un órgano pero luego no tiene seguimiento", por lo que "su riesgo vital baja mucho".
Núñez lamenta que la OMS no tiene ninguna capacidad legislativa ni
sancionadora, pero "sí que pueden influir en los Gobiernos"
animándoles a modificar las leyes en contra de esta práctica, como ha
sucedido recientemente en Perú, donde se ha cambiado la ley para que
un ciudadano no pueda ser incluido en una lista de espera para una
operación hasta que no lleve dos años residiendo en el país. "Es una
forma de evitar que la gente vaya allí a trasplantarse", ha dicho.
Además, ha defendido la necesidad de ayudar a todos los países a
desarrollar programas de donación, ya que "si tienen órganos legales,
que proceden de donaciones voluntarias y fallecidos, la gente no
tendrá que recurrir a prácticas abominables como es el tráfico de
órganos".
También ha mostrado su preocupación por el tráfico
de órganos, el director de la Organización Nacional de Trasplantes
(ONT), Rafael Matesanz, provocado por la "tremenda desigualdad de la
oferta y la demanda". "Ciudadanos ricos de países ricos o no tan ricos
van buscando un órgano en países pobres, una triste realidad sobre
todo en países de Asia, Extremo Oriente, Africa e incluso Sudamérica",
ha dicho.
Se necesitarían un millón de trasplantes al año
Ambos expertos han coincidido en la necesidad de avanzar para mejorar
los programas de donación ya que actualmente en el mundo sólo se
realizan un 10 por ciento de los trasplantes que se necesitan, que se
estiman en un millón al año. De estos la mayoría proceden de China,
que aunque representan a una tercera parte de la población mundial
tienen una tasa de donación inferior donante por cada millón de
habitantes.
"Sólo en China se estima que podrían hacer falta
la mitad", ha reconocido Matesanz, dado que son una tercera parte de
la población mundial y tienen una tasa de donación inferior donante
por cada millón de habitantes, cuando en España es de 35,3 (según
datos de 2011).
La situación europea puede mejorar
Además, ha reconocido que la situación en Europa también es mejorable
pese a que inicialmente se había fijado como objetivo que todos los
países europeos alcanzaran índices de donación parecidos a los de
España en 2015.
Finalmente "no se va a conseguir" pese a que
hay países como Croacia, Portugal o Bélgica con cifras muy altas, ha
reconocido Matesanz, que lamenta que sigue siendo complicado
"convencer y trabajar con el resto de países europeos".
"Cada país se acantona en su realidad y pone barreras a aprender de
los demás", ha dicho, reconociendo que España está "muy orgullosa del
sistema que hay pero, al mismo tiempo, también están dispuestos a
aprender".
En cambio, las "resistencias al cambio" de otros
países hacen que actualmente la autosuficiencia sea "el mantra" de la
donación de órganos. "Ningún país puede esperar que el de al lado le
resuelva su problema de falta de donantes, y eso hace que cada uno se
busque todas las posibilidades para ser ellos los que tengan los
donantes", ha recordado.
La crisis no afecta a las donaciones
Matesanz también ha reconocido que la crisis no afecta a las
donaciones pero sí que hay más dificultades para conseguir los mismos
resultados a causa de los recortes que se están produciendo en todos
los hospitales.
"La gente no es menos generosa por la crisis,
pero la escasez de recursos hace que tengamos más dificultades", ha
dicho, reconociendo que el sistema "está resistiendo bien porque es
muy fuerte, pero las restricciones en los hospitales se notan".
Además, ha rechazado que haya empresas que intenten introducirse en
el tema de las donaciones. "El tema del trasplante no es negocio en
España, tal y como está estructurado el sistema, lo que hace que no
tengamos temores de que se pueda degenerar en esa línea.
Foto: C. Pastrano
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