Los astros podrán verse en el hemisferio norte a primeros de octubre.
Como mínimo tres lluvias de estrellas fugaces se cruzarán en su trayecto
hacia Tierra a primeros de octubre.
Una de estas lluvias, las así llamadas Dragónidas, será la más
espectacular por su matiz rojo. Sus 'estrellas' son en realidad
meteoritos que se deprenden del cometa Giacobini-Zinner.
Según el Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias rusa este
flujo que proviene de la constelación Dragón está considerado de los más
cortos, puesto que esta lluvia durará tan solo cuatro días, del 6 a 10
de octubre, a diferencia de otros flujos de meteoritos fugaces que duran
meses enteros.
Ya que su radiante (cauce) está localizado más cerca al Polo Norte, el
fenómeno será más visible en la parte septentrional de la bóveda
celeste. Los meteoritos, de tamaño bastante grande, se quemarán
rápidamente en las capas densas de la atmósfera a una frecuencia de 30
unidades por hora. Serán muy “detectables” entre otros meteoritos
gracias a su singular color.
En este período llegará s su fin el vuelo de delta-Aurigids y comenzará
la "lluvia" de Oriónides. Su momento de mayor intensidad se producirá el
21 de octubre. Este flujo está considerado el segundo de importancia
después del más activo, conocido como corriente de Perseidas.
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