El
16 de junio, tras 469 días en el espacio probando las capacidades de
los vehículos no tripulados reutilizables, aterrizó el segundo vehículo
de prueba orbital (OTV).
Había
sido lanzado el 5 de marzo de 2011 desde Cabo Cañaveral, Florida, y el
aterrizaje se realizó en la base aérea Vanderberg, California.
Según
el vicepresidente de Government Space Systems de Boeing, Paul Rusnock,
"Con el OTV-1, probamos que se podían enviar al espacio y recuperar con
seguridad vehículos espaciales no tripulados. Con el OTV-2, realizamos
más pruebas, ampliando la misión de 220 días del primer vehículo y
probando capacidades adicionales. Esperamos el segundo lanzamiento del
OTV-1, que se realizará este año, y la oportunidad de demostrar que el
X-37 B es un vehículo espacial asequible y que puede ser utilizado
varias veces."
El
OTV-1, lanzado el 21 de abril de 2010, aterrizó el 3 de diciembre de
2010, convirtiéndose en el primer vehículo no tripulado que regresó del
espacio y aterrizó de forma autónoma. Previamente, la lanzadera espacial
había sido el único vehículo espacial capaz de regresar a la tierra y
ser reutilizado.
El
X-37B combina lo mejor de un avión y de un satélite en un vehículo no
tripulado, de precio asequible y con una elevada capacidad de respuesta,
siendo una plataforma espacial de pruebas de la Fuerza Aérea
estadounidense, cuyos objetivos incluyen realizar experimentos en el
espacio, estudio para la reducción de riesgos de las tecnologías de
vehículos espaciales reutilizables y el desarrollo de conceptos para
dichas tecnologías, que podrían ser clave en futuras misiones espaciales
y es un banco de pruebas de tecnologías avanzadas de materiales, de
propulsión y operativas.
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