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Supongamos que Usted
padece de una enfermedad mortal o es tan viejo que la muerte le está
amenazando. ¿Quién le prestará ayuda en esta penosa hora? Sin duda, un
robot.
Este dispositivo no se usa en hospitales, pues de momento existe en forma de una instalación artística.
“Hola, dice el robot acariciando con ternura con plaquita de metal una mano del paciente. Soy Robot de últimos instantes de la vida,
estoy aquí para pasar con Usted sus últimos instantes en la Tierra.
Perdone que su familia y amigos no puedan estar con Usted. No tenga
miedo, aquí estoy yo para apoyarle”.
Dan Chen, autor
de la instalación propone a los espectadores entrar en la sala de
hospital construida especialmente para este proyecto artístico, tumbarse
en la cama y sentir qué es esto- comunicarse con el Robot de los últimos instantes de la vida.
Cuando el paciente muera, el robot comunicará al doctor la hora de la
muerte. Está claro que los visitantes no mueren de verdad y oyen todas
estas palabras.
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