Abusar de las tapas y cañas, tan frecuentes durante las vacaciones
estivales, puede acarrear males como la obesidad, la diabetes o el
colesterol, ante el escaso valor nutricional, alto valor calórico y difícil digestión de este tipo de comida, ha advertido este miércoles el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que ha ofrecido una serie de recomendaciones para disfrutar de esta tradición sin que el cuerpo se resienta.
Para combinar el disfrute con la protección de la salud de las
personas en verano, el IMEO recomienda aumentar la actividad física, ingerir unos dos litros y medio de agua al día y planificar la comida entre horas, combinando fruta y alimentos bajos en grasa.
También aconseja dar prioridad a los alimentos ricos en proteínas como el marisco y el pescado, haciendo honor al refrán "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo".
A los amantes de la cerveza, los nutricionistas invitan a alternar su consumo con opciones light o 'cero' y con otros refrescos, mientras que, a los apasionados de los helados, les sugiere a ingerir los caseros con yogures sin grasa, además de fruta y bebidas refrescantes bajas en calorías.
Según el nutricionista del IMEO y portavoz de la entidad, Rubén Bravo, en verano comemos menos, pero "mal",
debido a la ingesta de fritos, dulces, salsas que, además, generan
digestiones pesadas y se interrumpen los hábitos alimenticios sanos.
Para evitar que eso ocurra, el nutricionista ha aconsejado buscar un
equilibrio entre la alimentación y la actividad física, y ha enfatiza
que "no se trata ni mucho menos de estar a dieta en vacaciones".
20MINUTOS.ES / EFE
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