AFP
Incursiones en aldeas cristianas en la parte central del país han dejado
52 muertos
La violencia religiosa en Nigeria central se ha saldado este fin de
semana con 52 muertos, entre asaltantes y civiles. Las incursiones se
centraron, mayormente, en las aldeas cristianas en la región de la
ciudad de Jos.
El territorio es tristemente famoso por los enfrentamientos violentos
entre la población musulmana y cristiana. A lo largo de la última década
se han cobrado la vida de miles de personas. Según las cifras de Human
Rights Watch, solo en 2010 los choques se saldaron con 1.000 fallecidos.
En el área están desplegadas unidades militares cuya tarea es frenar
los enfrentamientos.
Según Mustapha Salisu, portavoz de estas tropas especiales, los primeros
ataques se produjeron el sábado por la mañana. Detalla que se trató de
una agresión bien coordinada: “Vinieron centenares de personas, algunos
con uniformes de policías y con chalecos antibalas”. El combate entre
los agresores y las fuerzas gubernamentales continuaron varias horas,
acabando con la muerte de 2 militares, 14 civiles cristianos y 21
insurgentes.
El domingo los asaltos continuaron, muriendo, entre muchos otros, dos
parlamentarios que acudieron al lugar para asistir a los funerales
masivos de los fallecidos el día anterior. En total, fueron atacadas 13
aldeas cristianas. Fallecieron 52 personas y más de 300 tuvieron que
abandonar sus casas.
Los más de 170 millones de personas de 389 grupos étnicos que forman la
población de Nigeria viven divididos entre el sur, mayormente cristiano,
y el norte musulmán. La ciudad de Jos es céntrica, está en la zona
‘fronteriza’ entre las dos regiones, en otras palabras, ‘entre dos
fuegos’ y sus habitantes viven un conflicto religioso permanente a pesar
de todos los esfuerzos de las autoridades por frenar la violencia.
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