El
cerebro paraliza unos músculos esqueléticos en la fase del sueño de
movimientos oculares rápidos, para proteger al ser humano de posibles
traumas, dice un estudio realizado en la Universidad de Toronto, Canadá,
y publicado en Journal of Neuroscience.
La fase del movimiento ocular rápido es la del sueño profundo, en la
que la persona a menudo ve sueños. Durante esta fase funcionan los
músculos que mueven el globo del ojo y los que garantizan la
respiración, mientras que la mayoría de los demás se mantienen
inactivos, probablemente para prevenir traumas.
Los científicos canadienses lograron demostrar que en el cerebro
funcionan de modo coordinado dos sistemas químicos que regulan la
activación de unos u otros músculos. Ese descubrimiento podría ayudar a
tratar unos trastornos del sueño, tales como la narcolepsia, el rechinar
de los dientes y otros.
El hallazgo podría ser especialmente útil para las personas con
trastornos del sueño durante el movimiento ocular rápido. Tales personas
se mueven durante el sueño, lo cual puede causar lesiones graves tanto a
ellas como a las personas que duermen a su lado. Además, este trastorno
a menudo es un indicador precoz de enfermedades neurodegenerativas,
como el Parkinson.
Según los investigadores, es especialmente importante entender el
mecanismo exacto del comportamiento de los neurotransmisores en el
trastorno del sueño. Pues un 80 por ciento de las personas que lo
padecen acaban desarrollando una enfermedad neurodegenerativa.
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