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Científicos escoceses proponen un método radical para combatir el calentamiento global.
Proponen cubrir, con una nube de
polvo gigantesca, una parte de la luz solar que llega a la Tierra. Ahora
bien, el polvo se puede obtener de un asteroide instalando en él un
cañón electromagnético. Este triturará su masa arrojará un chorro de
polvo, a la vez que obligaría al asteroide a desplazarse hasta un punto
necesario.
Es necesario ubicar la nube de polvo en el
denominado punto de Lagrange, o sea, en la línea entre el Sol y la
Tierra donde la fuerza de su gravitación se compensa recíprocamente.
Allí también es necesario instalar uno o unos cuantos asteroides. La
creación de la nube de polvo requerirá esfuerzos y recursos gigantescos,
afirma Vladímir Surdin, astrofísico del Instituto de Astronomía
Sternberg:
—Para
pulverizar tal cantidad de partículas y tapar la Tierra se requiere de
un asteroide bastante voluminoso. Será necesario descomponer y
distribuir esa sustancia en espacios de millares de kilómetros
cuadrados. Los gastos en tal proyecto serán colosales.
Pero, el problema no está solo en el costo del proyecto, añade Vladímir Surdin:
—Habrá
que abastecer todo el tiempo de más polvo y descomponer cada vez más
asteroides. Y aquel polvo que se aleje del punto de Lagrange irá
cubriendo la Tierra paulatinamente, con lo que enturbiaremos
considerablemente la atmósfera, en la que trabaja un sinnúmero de
satélites. Hace ya muchos años que se encuentra allí, por ejemplo, el
observatorio SONO, de la NASA. Si vamos a pulverizar el punto de
Lagrange,simplemente pueden dejar de funcionar los ingenios espaciales.
Los
escoceses advierten que, hacia fines de siglo la temperatura mundial se
elevará en casi seis grados y medio. De trasladar hasta el punto de
Lagrange el asteroide Ganymed, de treinta y dos kilómetros, este creará
una cantidad de polvo tal capaz de bloquear el siete por ciento de la
luz solar, lo que neutralizaría el calentamiento global. Pero, de
momento es imposible el traslado de cuerpos cósmicos de tal magnitud.
Además, los científicos temen que la nube de polvo espacial pueda
acarrear a la Tierra las consecuencias más inesperadas. A ellas se
refiere Dmitri Vibe, astrofísico del Instituto de Astronomía de la
Academia de Ciencias de Rusia:
—No
sería malo que los climatólogos se pronuncien sobre esta idea. La nube
de polvo disminuirá el nivel de la radiación solar, bajará la
temperatura en la Tierra, en lo que soñamos. Estaríamos muy contentos de
que continuara disminuyendo. Solo que, no está claro hasta qué grado
será bueno contar con una nube de polvo incontrolable. Esa nube puede
ser mucho más peligrosa que un asteroide a la deriva.
Mejor
será entonces no triturar asteroides, sino controlar el clima con
métodos terrestres. En particular, renunciar a la combustión del
combustible de hidrocarburos, opina el astrofísico Vladímir Surdin. La
humanidad está pasando ahora, gradualmente, a fuentes de energía
ecológicamente inocuas: al viento, las mareas, la luz solar. Estas
fuentes son suficientes para nuestra civilización. Es necesario, tan
solo, aprender a emplearlas eficazmente. Siendo muy bonita la idea de
los escoceses, es irrealizable, concluye el científico.
sb/mo/ap / Boris Pávlischev
http://spanish.ruvr.ru
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