La galaxia supuestamente ‘recibió una nueva vida’ tras tragarse otra.
Científicos estadounidenses han hallado en una galaxia vieja brazos
espirales de gas, donde pueden formarse nuevas estrellas.
No es la primera vez que la galaxia Centauro A llama la atención.
Conocida por ser la galaxia elíptica más grande y cercana a la Tierra y
por tener un gran agujero negro, Centauro A tiene como característica
más interesante un sendero de polvo oscuro en su parte media, una señal
que revela que 'se tragó' una galaxia espiral hace unos 300 millones de
años tras una colisión.
El gas de la galaxia espiral formó un disco en Centauro A, que quedaba
oculto por el polvo. Para estudiar la estructura del disco, Daniel
Espada, autor principal del trabajo cuyos resultados fueron publicados
en la revista electrónica 'The Astrophysical Journal Letters', usó el
conjunto submilimétrico Smithsoniano.
Mediante la cartografía de los gases en la galaxia, el equipo de Espada
pudo descubrir la estructura de dos brazos espirales dentro de su
núcleo. Estos rastros gaseosos tienen tamaños y formas similares a los
brazos espirales de galaxias como la Vía Láctea.
Al igual que estos,
están formando nuevas generaciones de estrellas.
El hallazgo sorprendió a los científicos dado que típicamente las
galaxias elípticas están compuestas de estrellas ‘viejas’ (gigantes
rojas y restos de estrellas muertas como púlsares y otros tipos de
estrellas neutrónicas). “Parece que la colisión de Centauro A con otra
galaxia le dio una vida nueva, comentó Espada. Centauro A puede ser una
galaxia vieja, pero todavía es muy joven de corazón”.
Aunque Centauro A es la primera galaxia elíptica que parece tener brazos
espirales, es probable que no sea la única. Se encuentra bastante
cerca, a solo 12 millones de años luz, y es fácil de estudiar. Los
astrónomos esperan que el observatorio Atacama Large Millimeter /
submillimeter Array (ALMA) los podrá ayudar revelar galaxias parecidas
más lejanas.
NASA.gov
http://actualidad.rt.com
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