lunes, 15 de octubre de 2012

Más de la mitad de las cirugías cardíacas en China son innecesarias

 
 
 
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El renombrado cardiólogo Hu Dayi aseguró que la mitad de las cirugías del corazón que se realizan en China son innecesarias, gastan enormes recursos y a veces empeoran las condiciones de los pacientes.
El profesor, jefe de la división de cardiología del hospital de la Universidad de Popular de Beijing y decano de varios centros de estudio de medicina de este país, hizo esta aseveración ayer durante el XXIII Congreso Internacional de Cardiología "Gran Muralla", que preside. 
Un reporte publicado por diario China Daily señala que Hu expresó que "hemos gastado numerosos recursos y no hemos solucionado los problemas de los pacientes". 
El médico dijo que en muchas ocasiones los pacientes empeoran cuando se le implantan extensores (stent). 
Para evitar que esa tendencia continúe, el especialista en cardiología preventiva sugirió a las autoridades salud adoptar una serie de pasos en los que se tengan en cuenta los seguros médicos, guías clínicas, regulaciones, monitoreo y valoración de las consecuencias de las intervenciones quirúrgicas. 
En China no se registra la cantidad de cirugías de implante de extensores, aunque algunos funcionarios estiman que en años recientes superan las trescientos cuarenta mil, lo que coloca a este país en el segundo después de Estados Unidos. 
Los extensores o stent son pequeños tubos que se insertan en una arteria o vena u otro conducto para mantenerlo abierto y es usado para tratar severos infartos o anginas, pero el doctor explicó que solo el 10 por ciento de las intervenciones en China son en respuesta a un ataque cardíaco. 
Un estudio clínico realizado en 2010 por expertos de Estados Unidos y Reino Unido indicó que los pacientes a quienes se les implantaron stent para tratar condiciones ajenas a ataques cardíacos podrían haber estado bien sin el costoso procedimiento. 
Especialistas indican que las cirugías de extensores en China pueden ser altamente lucrativas ya que los pacientes reciben una factura de 4500 dólares por un stent producido en el país a un precio de unos cuatrocientos setenta y cinco dólares. PL

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