Un tipo de células capaces de generar calor podrían ayudar a resolver
los problemas de obesidad.
La inyección de cápsulas con células capaces de producir calor pueden
ayudar a quemar grasas problemáticas que se acumulan en el organismo.
Este tipo de células, que se encuentran en bebés y animales y se colocan
en una cápsula, generan reacciones metabólicas conocidas como
termogénesis, de tal forma que el exceso de calorías se invierte en
producir calor en lugar de almacenarlas como grasa. Este proceso da
lugar a que aparezca el tejido adiposo marrón que tiene como función
producir calor y mantener la temperatura del cuerpo pero que, a medida
que se envejece, se va perdiendo.
Los científicos están convencidos de que trasplantar a los humanos las
células animales aumentará el número de tejido adiposo en el cuerpo. Los
expertos también creen que es posible usar células humanas modificadas
para este fin.
Los experimentos con animales han demostrado que en un mes la inyección
ha podido reducir hasta un 10% del peso corporal en los ratones obesos,
incluso cuando los animales fueron alimentados con comida alta en
calorías.
Al final de este año los investigadores van a probar las
cápsulas en perros, y si las pruebas tienen éxito harán ensayos clínicos
en personas en los próximos seis años.
"Nuestro objetivo era lograr una forma de atacar la grasa visceral
nociva que aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y
enfermedades cardiovasculares”, dijo la doctora Ouliana Ziouzenkova,
quien dirigió la investigación en el departamento de nutrición humana en
la Universidad Estatal de Ohio.
Anteriormente, un grupo de científicos de la Universidad de Gotemburgo
había descubierto una molécula en el sistema inmune que influye en el
hambre.
Se sabe que la interleucina-6 (IL-6) juega un papel importante
en la lucha contra las infecciones y también puede conducir a la pérdida
de peso. Si las células reaccionan con la IL-6 comienzan a generar
compuestos que influyen en el hambre, la saturación y la capacidad de
quemar grasa.
Estudios en ratones han demostrado que la falta de interleucina permite
ganar peso y que una inyección directa al cerebro acelera el
metabolismo.
http://actualidad.rt.com
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