© Foto: william veerbeek/ flickr.com
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Un grupo de geoquímicos del Extremo Oriente procura infundir vida a una sustancia inanimada.
Los científicos quieren reproducir
en un laboratorio el medio de las fuentes termales de la península de
Kamchatka, que, según ellos, pudieron servir al inicio de la vida.
Los
científicos del Instituto de Análisis Complejo de los Problemas
Regionales de la Sección del Extremo Oriente de la Academia de Ciencias
de Rusia desarrollan un experimento con una sustancia orgánica en
disolución, la cual es sometida a altas temperaturas y presión. La
evolución química no puede pasar a la biológica sin un determinado
estrés –dijo a los medios el autor del programa de investigaciones
Vladímir Kompanichenko. En suma, bajo determinada combinación de
temperatura y presión, la sustancia inanimada puede cobrar vida. El
científico llegó a tales conclusiones tras el estudio de las bacterias
termófilas en Kamchatka. Ahora hay que reproducir en el laboratorio la
cuna geotermal de la vida.
Los especialistas
consideran que el experimento de los geoquímicos del Extremo Oriente es
curioso. Es que se trata de un intento más de explicar el surgimiento de
la vida en la Tierra. Pero muchos científicos se muestran escépticos
ante los resultados del experimento. Éste difícilmente pueda sintetizar
la vida –estima el biofísico Valentín Sapunov:
–En
primer lugar, hasta ahora no sabemos qué es lo animado, no tenemos
definiciones concretas y no comprendemos cómo se produjo el salto de lo
inanimado a lo animado. Con tal ausencia de premisas y teorías, lo más
probable es que el experimento no reporte nada nuevo. Crear una
estructura como el gen o el ADN mediante de combinaciones fortuitas, es
prácticamente imposible.
Ahora muchos
científicos son propensos a pensar que la vida fue traída a la Tierra
desde el espacio exterior –recuerda Valentín Sapunov. A tal versión del
surgimiento de la vida se aferraban, por ejemplo, el científico sueco y
Nobel de Química, Svante August Arrhenius, y el padre de la
biogeoquímica rusa y autor de la teoría sobre la nooesfera Vladímir
Vernadski.
Por otro lado, muchos otros científicos
se atienen a otra teoría sobre el origen de la vida – la volcánica. Por
primera vez fue promovida unos cuarenta años atrás por el vulcanólogo
ruso Evgueni Marjinin, y ahora es desarrollada por un grupo científico
norteamericano, encabezado por el ruso Evgueni Kunin del Instituto
Nacional de la Salud de EEUU. Ellos consideran que por vez primera los
organismos vivos aparecieron en las aguas de los lagos, a las que las
fuentes geotermales de los volcanes proporcionaban calor y
microelementos.
Todo parece indicar que el grupo
científico dirigido por Vladímir Kompanichenko se basa en la hipótesis
del biólogo soviético Alexandr Oparin. De acuerdo con esta teoría
postulada en 1924, la vida surgió en el llamado caldo primitivo. Éste se
formó bajo la presión de cargas eléctricas, altas temperaturas y
radiación cósmica, y, presuntamente, existía en los acuíferos de la
Tierra cuatro millardos de años atrás. Este caldo de vida estaba
compuesto de aminoácidos y polipéptidos. Los géiseres de Kamchatka se
asemejan mucho a tal medio –estima Vladímir Kompanichenko.
Esta
hipótesis tiene su grano racional –supone el docente de la Cátedra de
Geoquímica de la Facultad de Geología de la Universidad Estatal de
Moscú, Andréi Bichkov. Según él, los procesos endógenos, o lo que es lo
mismo – ecológicos, ligados a la energía de las entrañas de la Tierra,
pueden estimular el surgimiento de la vida. Pero, según Bichkov, es
difícil garantizar la pureza del experimento, en el sentido literal de
la palabra.
–Desde
el punto de vista de la geoquímica sabemos que la vida surgió muy
temprano en la Tierra. De esto se desprende que la vida debe está ligada
sin falta a los principales procesos endógenos: el vulcanismo y los
hidrotermales. No podemos estar seguros de que en cierto volumen de
disolución o de roca no hay vida, de que no hay nada que se herede de la
vida actual. Por eso pienso que la cuestión del origen de la vida es
muy complicada.
A propósito, ya se hicieron
experimentos de simulación del medio acuático y de la atmósfera de la
Tierra en los primeros años de su existencia. A través del metano y de
otros gases, que supuestamente existían en la atmósfera de la Tierra, se
hacían pasar cargas eléctricas. Y meses después del inicio de los
experimentos realmente aparecieron algunas moléculas orgánicas, aunque
no se obtuvo ninguna célula, o sea que tampoco no había vida viva.
mj/kg/ap
Olga Sobolevskaya / http://spanish.ruvr.ru
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