Investigadores japoneses de la Universidad de Kyoto han logrado, a
partir de células madre, crear células precursoras de gametos femeninos
que, tras un complicado proceso y su posterior inserción en un ovario
infértil, son capaces de convertirse en ovocitos que, una vez fecundados
con esperma, dan lugar a una camada de ratones sanos. El hallazgo se
acaba de publicar en 'Science'.
Lo han hecho con dos tipos de células madre: las embrionarias (ESCs, de sus siglas en inglés) y las células madre pluripotentes inducidas (IPSCs). Las primeras se obtuvieron de embriones de ratona de entre tres y cinco días (en su fase de blastocito); las segundas, de embriones de la hembra del ratón pero mucho más tardíos.
No se puede hablar de creación de ovocitos en el laboratorio ya que lo que los japoneses han obtenido 'in vitro' no son gametos femeninos como tal, sino su estadio precursor, que ellos denominan 'células parecidas a las primordiales germinales' (PGCLCs).
"Son como unas células en un estadio previo a formar ovocitos pero,
para que estos se acaben formando, los mezclan con ovarios fetales
disgregados para formar como una especie de agregado celular, que tiene una estructura parecida al ovario.
Dicha estructura se inserta dentro del ovario de una ratona
inmunodeprimida y estéril y, lo que se ha visto, es que ahí se encuentra
a gusto, hasta el punto que es capaz de desarrollarse y acabar
convirtiéndose en ovocitos funcionales que, tras una fecundación 'in
vitro' con esperma de ratón, han dado lugar a crías perfectamente
sanas", explica Cristina Eguizabal, del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona,
una de las pocas investigadoras españolas que trata de replicar en un
laboratorio la generación de gametos, en su caso humanos. De momento, ni
ella ni ningún otro grupo ha tenido éxito, lo que hace de este trabajo
algo muy preliminar.
El primer autor de ambos estudios, Hayashi Katsuhiko, explica a ELMUNDO.es que es "imposible adaptar inmediatamente este sistema a células madre humanas, por razones no solo científicas sino también éticas".
Aunque este autor reconoce la dificultad de trasladar su hallazgo al hombre, la última frase del resumen del estudio es esperanzadora. "Nuestro sistema de cultivo sirve de base para investigar y en un futuro reconstruir el desarrollo de la línea germinal femenina in vitro, no solo en ratones, sino también en otros mamíferos, incluyendo a los humanos".
Eguizabal, que destaca la solidez del trabajo en 'Science' sobre otros similares, apunta a los problemas éticos que tendría un hipotético traslado del sistema desarrollado por los japoneses a humanos. "Obviamente hay ciertas pruebas que no se van a poder hacer. Imagina que se consiguen generar ovocitos en laboratorio, artificiales totalmente a partir de IPSCs, que incluso se llega a hacer una fecundación 'in vitro', que se forma un embrión... ¿qué se hace con él? ¿Dónde se implanta para demostrar que da lugar a un ser humano sin problemas? Aparte de que la ley no lo permite, estamos hablando de algo muy gordo a nivel ético", apunta la investigadora.
Para Eguizabal, quizás la aplicación práctica del hallazgo más realista, aunque aún todavía lejana, es el tratamiento de la infertilidad "sólo aquella para la que no hay otras opciones terapéuticas". Ésta es precisamente la aplicación a la que también apunta Shomi Bhattacharya, director científico del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer): "Hipotéticamente, en un futuro, se podrían producir gametos para personas que puedan trasladar defectos genéticos a su descendencia o que padezcan infertilidad”.
Este investigador también cree que el aspecto científico del hallazgo es también muy esperanzador, ya que "puede ayudar a saber qué es lo que pasa cuándo algo sale mal en el proceso de desarrollo. Es una forma de controlar un proceso que en la naturaleza no se controla", concluye.
Ainhoa Iriberri / http://www.elmundo.es
Lo han hecho con dos tipos de células madre: las embrionarias (ESCs, de sus siglas en inglés) y las células madre pluripotentes inducidas (IPSCs). Las primeras se obtuvieron de embriones de ratona de entre tres y cinco días (en su fase de blastocito); las segundas, de embriones de la hembra del ratón pero mucho más tardíos.
No se puede hablar de creación de ovocitos en el laboratorio ya que lo que los japoneses han obtenido 'in vitro' no son gametos femeninos como tal, sino su estadio precursor, que ellos denominan 'células parecidas a las primordiales germinales' (PGCLCs).
Uno de los pasos del experimento.| Science
No aplicable en humanos
Uno de los aspectos más llamativos de este estudio es que no viene solo. En cierta forma, se podría decir que es la continuación de otro publicado en 2011 en la revista 'Cell'. En él, los mismos autores demostraron que este sistema era viable, sólo que en aquella ocasión lo que consiguieron a partir de células madre fue generar células precursoras de gametos masculinos que, una vez insertadas en testículos de ratón, maduraban hasta espermatozoides, que demostraron servir para la procreación.El primer autor de ambos estudios, Hayashi Katsuhiko, explica a ELMUNDO.es que es "imposible adaptar inmediatamente este sistema a células madre humanas, por razones no solo científicas sino también éticas".
Aunque este autor reconoce la dificultad de trasladar su hallazgo al hombre, la última frase del resumen del estudio es esperanzadora. "Nuestro sistema de cultivo sirve de base para investigar y en un futuro reconstruir el desarrollo de la línea germinal femenina in vitro, no solo en ratones, sino también en otros mamíferos, incluyendo a los humanos".
Eguizabal, que destaca la solidez del trabajo en 'Science' sobre otros similares, apunta a los problemas éticos que tendría un hipotético traslado del sistema desarrollado por los japoneses a humanos. "Obviamente hay ciertas pruebas que no se van a poder hacer. Imagina que se consiguen generar ovocitos en laboratorio, artificiales totalmente a partir de IPSCs, que incluso se llega a hacer una fecundación 'in vitro', que se forma un embrión... ¿qué se hace con él? ¿Dónde se implanta para demostrar que da lugar a un ser humano sin problemas? Aparte de que la ley no lo permite, estamos hablando de algo muy gordo a nivel ético", apunta la investigadora.
Para Eguizabal, quizás la aplicación práctica del hallazgo más realista, aunque aún todavía lejana, es el tratamiento de la infertilidad "sólo aquella para la que no hay otras opciones terapéuticas". Ésta es precisamente la aplicación a la que también apunta Shomi Bhattacharya, director científico del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer): "Hipotéticamente, en un futuro, se podrían producir gametos para personas que puedan trasladar defectos genéticos a su descendencia o que padezcan infertilidad”.
Este investigador también cree que el aspecto científico del hallazgo es también muy esperanzador, ya que "puede ayudar a saber qué es lo que pasa cuándo algo sale mal en el proceso de desarrollo. Es una forma de controlar un proceso que en la naturaleza no se controla", concluye.
Ainhoa Iriberri / http://www.elmundo.es
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