Los funcionarios de la Red de Distribución de Órganos en Nueva York,
EE.UU., niegan las acusaciones, que tachan de ridículas.
Patrick McMahon, ex coordinador de trasplantes de la Red de Distribución
de Órganos en Nueva York, denuncia que los médicos son presionados para
declarar la muerte cerebral de pacientes que aún están vivos para
cumplir con las cuotas de órganos.
McMahon presentó una denuncia contra la Red de Distribución de Órganos
de Nueva York (The New York Organ Donor Network), en la que sostiene que
esta entidad no comercial exigió a doctores que declarasen la muerte de
pacientes que, en algunos casos, incluso intentaban respirar, y que los
instruía para convencer a los familiares a firmar consentimientos para
la donación de los órganos del fallecido.
McMahon describe algunos casos que le llamaron especialmente atención,
como el de una paciente que había recibido un trasplante de un riñon en
algún momento de su vida, información que los médicos usaron para
convencer a su hija de que firmara el consentimiento. En otro caso
McMahon dijo haber visto a doctores inyectar un paralizante a una mujer
declarada muerta por sobredosis de una droga, aunque vio que su cuerpo
se contraía.
“Estuve en la Guerra de Golfo, en Irak y Afganistán. He curado lesiones
cerebrales, heridas por armas de fuego, heridas por artefactos
explosivos improvisados. He visto casos mucho más serios cuando los
pacientes sobrevivieron”, cuenta McMahon, veterano de combate de las
Fuerzas Armadas, en su entrevista a 'New York Post'
Según el documento, McMahon informó el 4 de noviembre de 2011 a Helen
Irving, la presidenta de la Red, que “uno de cada cinco pacientes
declarados muertos mostraban señales de vida en el momento de la firma
de 'la Nota'", el documento que certifica la muerte cerebral.
Según
escribió McMahon en su denuncia, Irving le respondió en los siguientes
términos: “Así se hacen las cosas”. Después de varias protestas, McMahon
empezó a ser visto como una persona problemática y fue liberado de su
cargo.
La portavoz de la Red, Julia Rivera, que dice no haber visto la
denuncia, asegura que sólo los doctores pueden certificar la muerte
cerebral de un paciente, y sostiene que las acusaciones contra McMahon
son ridículas.
Existe una gran demanda de órganos para donación. Actualmente, más de
115.000 estadounidenses esperan un órgano, y cada día mueren 18 sin
llegar a recibirlo. Para resolver este problema, en mayo de este año fue
lanzada una aplicación en Facebook que permite a sus usuarios
registrarse como donantes. 24 horas después del lanzamiento de esta
herramienta se registraron 4000 personas, y desde el mayo hasta
septiembre 275.000 usuarios expresaron su deseo de que sus órganos se
utilicen para salvar a otras personas. Varios medios ya han informado de
casos en que los pacientes recibieron trasplantes encontrados a través
de Facebook.
http://actualidad.rt.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario