jueves, 22 de noviembre de 2012

El impacto ambiental es peor de lo esperado

 





засуха изменение климата экология
 
¿Qué va a pasar con la Tierra de aquí en cien años o incluso menos? No solo los científicos, sino también la población nos sentimos cada día más preocupados por el destino de este planeta
Numerosas calamidades, inundaciones, sequías y huracanes azotan últimamente a países y continentes enteros. La radiación ambiental, una de las señales más claras del calentamiento climático global, ha subido más de un 30 % en los últimos veinte años, debido a los gases de efecto invernadero. Todos estos problemas tienen sus raíces en la actividad económica del hombre, según dice el Boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Un dictamen nada alentador. 
El calentamiento del clima global es el argumento predilecto de los escépticos, al vaticinar un lúgubre futuro de este planeta. Sus previsiones apocalípticas contienen a veces más amenazas de las que realmente existen. Los cambios irreversibles del clima se presentan en muchas producciones de horror de Hollywood, con tal de sembar el pánico o, por lo menos, la sensación de una catástrofe inminente en las conciencias de los espectadores. Pero aún cuanto no consideremos a quienes tengan interés personal o busquen beneficiarse comercialmente de este problema, el cuadro sigue siendo bastante triste. Según datos de la OMM, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmòsfera de laa Tierra ha alcanzado su máximo nivel desde el fin de la época preindustrial en 1750. 
El titular de la OMM, Michel Jarraud señala: “El exceso de dióxido de carbono calculado en miles de millones de toneladas permanecerá en la atmósfera durante siglos, provocando un mayor calentamiento y otros efectos negativos para todos los aspectos de la vida en el la Tierra”. En los últimos años se han realizado varios importantes estudios de la influencia de la actividad humana sobre el clima, dijo a La Voz de Rusia el coordinador del programa “Clima y Energía” de WWF, Alexei Kokorin: 
—Al igual que la ONU, el Banco Mundial también se ha dado cuenta de los peligrosos cambios que ocurren en la naturaleza a fectos de la actividad humana. La conclusión que ha sacado es incluso más drástica que las anteriores. Afirma que los cambios son más rapidos de lo que se suponía anteriormente: o sea, la temperatura global subirá cuatro y no dos grados centígrados para mediados de este siglo. Esto puede tener efectos catastróficos para la economía y el desarrollo de todos los países. ¿Qué se puede hacer? Antes que nada, disminuir la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Las enormes cantidades de ese gas son producto de combustión de los minerales combustibles. Todos los países deben comprometerse rígidamente a disminuir la polución atmosférica. 
Precisamente a este tema está dedicado el Protocolo interestatal de Kyoto que expira en diciembre próximo. Hay países que no quieren su renovación. Canadá incluso abandonó este convenio, y EEUU, a pesar de haberlo firmado, aún lo tiene sin ratificar. Algunos estados se negaron a participar desde el principio. Resumiendo, la prorroga del Protocolo de Kyoto sigue siendo una perspectiva muy vaga. Entretanto, los fenómenos anómalos en la Tierra se multiplican de manera exponencial, dice el asesor de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexéi Yáblokov: 
—Solo en Rusia se han duplicado en los últimos quince años. Por supuesto que no todos tienen que ver con la actividad humana, pero sí la mayoría de ellos. Es de suponer que la frecuencia y la intensidad de los fenòmenos anómalos va a seguir creciendo, al igual que sus efectos nocivos. Por ejemplo, el calentamiento del clima provoca el crecimiento anual del nivel del Océano Mundial. Si de aquí en cien años sube un metro, será una tragedia, al menos, para las naciones isleñas. 
En realidad, el dilema a que se ve enfrentada la humanidad es éste: ¿Cómo seguir desarrollándose y abasteciéndose de energía sin hacer daño irreversible a la naturaleza? Hasta el momento, las opciones que favorezcan a ésta última no han sido muchas. Ni tampoco se vislumbra un cambio radical de conceptos de desarrollo en un próximo futuro. Aumenta la producción de hidrocarburos, crece la industria nuclear y el sector de fuentes alternativas de energía es todavía muy débil. Así que es bien posible que dentro de pocas décadas las guerras por territorios y esferas de influencia entre los estados queden definitivamente en el pasado y la población del planeta tenga que consolidarse en la lucha primitiva por la supervivencia de las humanidad como género. Algunos científicos afirman que hay implementar ya una administración anticrisis de la biosfera, porque mañana puede ser tarde.

nv/rl/ap
Ilyá Jarlámov  /  http://spanish.ruvr.ru

No hay comentarios:

Publicar un comentario