Leer
la mente, pero esta vez a través de los movimientos de nuestros ojos,
es el objeto de una investigación de un grupo de investigadores de
Escocia. Con esta tecnología se pude decir: dime a qué miras, te diré
qué vas a decir.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, hizo un análisis de la correlación existente entre los movimientos de los ojos, con el objeto de la mirada antes de hablar. Los cuales llegaron a la conclusión de que existe una relación entre las dos cosas.
Este hallazgo resulta extremadamente útil para mejorar la interface de los programas que funcionan con reconocimiento de voz y para otras clases de software para personas discapacitadas, muchas de las cuales sólo cuentan con el movimiento de sus ojos para expresarse.
A través de esta investigación se llegó a la conclusión de que el orden en que observamos los objetos y la cantidad de ellos, determina el orden de las palabras y la longitud de la frase que vamos a pronunciar.
Moreno Coco, uno de los miembros de este grupo de investigadores dice que "notamos muchas diferencias entre la gente, de tal modo que viendo la misma imagen algunos hablaron durante mucho más tiempo que otros, describiendo varios objetos, mientras que otros usaron frases muy cortas, concentrándose sólo en uno o dos detalles", explicó.
“La imagen y el movimiento de los ojos están ligados porque en principio necesitamos ver lo que vamos a describir. Lo que la investigación pone en evidencia es la correlación entre el discurso y la forma en que hablamos con la mirada”, añadió.
En un estudio práctico se puede observar que por ejemplo, si los ojos de la persona se dirigían primero al hombre en la foto y luego a la silla, solían decir: "Hay un hombre parado al lado de la silla". O si sus ojos se posaban primero en la silla, luego en el hombre, empezaban hablando describiendo la silla primero, y, como sus ojos se habían detenido a mirar más objetos, se demoraban más describiendo la imagen.
Los científicos a través de este estudio lograron definir los patrones del movimiento ocular de los voluntarios y las descripciones que hicieron de las escenas, de manera que identificaron qué patrón correspondía a qué frase y prediciendo así cuál frase emplearían después de seguir un patrón determinado.
Como detalló Coco "Demostramos que es posible reconocer la frase con sólo leer el movimiento de los ojos. Ahora, el paso siguiente es ver si podemos, a partir de un patrón de movimiento, generar una frase. Es decir, analizar un patrón de escaneo de una imagen y generar una oración sin contar con ninguna clave lingüística", añadió.
Con el desarrollo de este movimiento si alguien está confinado en una cama puede usar sus ojos para generar frases.
mkm/rh/nal / http://hispantv.com
Un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, hizo un análisis de la correlación existente entre los movimientos de los ojos, con el objeto de la mirada antes de hablar. Los cuales llegaron a la conclusión de que existe una relación entre las dos cosas.
Este hallazgo resulta extremadamente útil para mejorar la interface de los programas que funcionan con reconocimiento de voz y para otras clases de software para personas discapacitadas, muchas de las cuales sólo cuentan con el movimiento de sus ojos para expresarse.
A través de esta investigación se llegó a la conclusión de que el orden en que observamos los objetos y la cantidad de ellos, determina el orden de las palabras y la longitud de la frase que vamos a pronunciar.
Moreno Coco, uno de los miembros de este grupo de investigadores dice que "notamos muchas diferencias entre la gente, de tal modo que viendo la misma imagen algunos hablaron durante mucho más tiempo que otros, describiendo varios objetos, mientras que otros usaron frases muy cortas, concentrándose sólo en uno o dos detalles", explicó.
“La imagen y el movimiento de los ojos están ligados porque en principio necesitamos ver lo que vamos a describir. Lo que la investigación pone en evidencia es la correlación entre el discurso y la forma en que hablamos con la mirada”, añadió.
En un estudio práctico se puede observar que por ejemplo, si los ojos de la persona se dirigían primero al hombre en la foto y luego a la silla, solían decir: "Hay un hombre parado al lado de la silla". O si sus ojos se posaban primero en la silla, luego en el hombre, empezaban hablando describiendo la silla primero, y, como sus ojos se habían detenido a mirar más objetos, se demoraban más describiendo la imagen.
Los científicos a través de este estudio lograron definir los patrones del movimiento ocular de los voluntarios y las descripciones que hicieron de las escenas, de manera que identificaron qué patrón correspondía a qué frase y prediciendo así cuál frase emplearían después de seguir un patrón determinado.
Como detalló Coco "Demostramos que es posible reconocer la frase con sólo leer el movimiento de los ojos. Ahora, el paso siguiente es ver si podemos, a partir de un patrón de movimiento, generar una frase. Es decir, analizar un patrón de escaneo de una imagen y generar una oración sin contar con ninguna clave lingüística", añadió.
Con el desarrollo de este movimiento si alguien está confinado en una cama puede usar sus ojos para generar frases.
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