Nuevos estudios explican que el proceso de absorción de un agujero negro
debería ser un proceso reversible
La mayoría de la personas dirá que lo que saben sobre agujeros negros es
que nada ni nadie puede escapar a ellos, hasta la luz.
Sin embargo, este principio básico de nuestros modestos conocimientos
sobre los agujeros negros ha sido desmentido por la teoría de la
mecánica cuántica, asegura el físico Edward Witten, del Instituto de
Estudios Avanzados de Princeton (el mismo en el que trabajó Einstein),
en su ensayo publicado este jueves en la revista 'Science'.
Según el 'cuadro clásico', los agujeros negros son objetos de increíble
densidad, dentro de los cuales el espacio y el tiempo están tan
retorcidos y combados que nada es capaz de escapar de sus brazos
gravitacionales.
En un podcast (archivo de sonido) de su artículo Witten asegura que lo
que se deprende de la teoría de la relatividad general clásica "es que
pueden absorber todo lo que pase cerca de ellos y no emiten nada", pero
que, sin embargo, "la mecánica cuántica no permite que existan objetos
como estos”, dice.
En otro ensayo de la misma publicación, el físico teorético Kip Thorne,
de la Universidad de Caltech, describe los agujeros negros como “objetos
que consisten completamente y solamente de espacio-tiempo curvado”.
Según este reconocido experto en agujeros negros, los objetos muy
masivos, como los cúmulos en los que se agrupan miles de galaxias o las
estrellas de neutrones, deforman el espacio-tiempo por efecto de su
gravedad, hasta el punto de que, en ocasiones, la gravedad es tan
intensa que el tejido del espacio tiempo se curva infinitamente, y es
eso lo que ocurre en los agujeros negros.
Y este cuadro ya contradice las leyes de la mecánica cuántica que rigen
el Universo.
“Según la mecánica cuántica, si alguna reacción es posible, será posible
también una reacción opuesta”, explica Witten. “El proceso debe ser
reversible De este modo, si alguna persona puede ser devorada por
un agujero negro para crear un agujero negro ligeramente más pesado,
este agujero negro de mayor peso deberá ser capaz de 'escupir' a esta
persona y así convertirse en un agujero negro un poco más ligero. Sin
embargo se considera que nada es capaz de escapar de un agujero negro”.
A primera vista, esto implica que los agujeros negros no pueden ser
descritos por la mecánica cuántica porque Witten dice que “la mecánica
cuántica no permite que un objeto solo absorba sin emitir, o que solo
emita sin absorber”.
Para solucionar este dilema el físico Jacob Bekenstein ofreció hace 40
años una idea que relacionaba los agujeros negros con la termodinámica y
la mecánica estadística. Poco más tarde, Stephen Hawking descubrió la
llamada radiación de Hawking de los agujeros negros.
Para explicar estos conceptos, Witten recurre a un ejemplo de la vida
cotidiana: una taza de café caliente que se derrama por el suelo. "En la
práctica, nunca observamos que el agua salte del suelo y se vuelva a
meter en la taza. Los físicos del siglo XIX introdujeron el concepto de
entropía para describir este proceso termodinámico que no puede ocurrir.
Ahora bien, la mecánica estadística nos explica la termodinámica y nos
dice que este proceso puede ocurrir, aunque es muy poco probable en
objetos macroscópicos y por eso no lo observamos”, explica.
“Observar la radiación de Hawking,” dice Witten, “es imposible en
agujeros negros astronómicos porque están demasiado lejos y porque son
demasiado grandes para emitir una radiación apreciable.
NASA / http://actualidad.rt.com
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