viernes, 31 de agosto de 2012

Los antibióticos pueden ser la causa de la obesidad en los niños

полнота толстый человек ожирение
© Foto: SXC.hu

La ingestión de antibióticos desde edad temprana puede provocar obesidad en los niños.

Tal es la conclusión a que han llegado científicos de la Universidad de Nueva York. Entretanto, en Occidente de por sí la epidemia de obesidad infantil cobra cada vez mayor difusión por la afición a la comida rápida. Y el consumo excesivo de antibióticos, al que el cabildeo farmacéutico acostumbra al mundo, puede acarrear consecuencias más graves.
La epidemia de obesidad infantil hace mucho ya que preocupa a los médicos. En Gran Bretaña y en el sur de Europa no menos de una tercera parte de los niños y en EEUU – una cuarta parte, padecen obesidad. Hasta no hace mucho los médicos culpaban de ello a las comidas rápidas de alto contenido calórico y a las gaseosas, que favorecen la formación de grasa. Ahora los médicos culpan más que nada a las medicinas. Muchos consideran que una de las razones del sobrepeso de los niños es la ingesta abusiva de antibióticos.
Los científicos de la Universidad de Nueva York chequearon a esa categoría de niños nacidos en Gran Bretaña a principios de los noventa. Resultó ser que aquellos a los que se prescribían antibióticos en los primeros meses de la vida, el riesgo de obesidad aumentaba en un 22%. Lo más probable es que ello se deba a que la ingestión de antibióticos altera la microflora del intestino, que en muy sensible en los niños. Pero el consumo abusivo de medios antibacterianos produce un gran desequilibrio de los microorganismos beneficiosos y patógenos, lo cual deja sus secuelas – dice la pediatra y profesora de la Universidad de Medicina de los Urales, Oxana Osipenko:
La ingesta indebida de fármacos altera el sistema inmunitario. Esto incide a su vez en el metabolismo, en la mala asimilación de los productos. Se alteran los procesos de absorción y digestión de los microelementos nutritivos. Es posible que la obesidad también se deba a los efectos colaterales del propio remedio antibacteriano.
Pero los científicos de Nueva York estudiaron los historiales médicos de hace veinte años. Así las cosas, entonces la ingestión de antibióticos era mucho menor que ahora. En síntesis, los médicos trataban de prescribirlos en caso de suma necesidad, contra las complicaciones bacterianas.
En los últimos años los médicos de todo el mundo están tan entusiasmados con los antibióticos, que los recetan cada vez con mayor frecuencia y sin motivos evidentes. Por ejemplo, en caso de una simple elevación de la temperatura – dice el médico moscovita Andréi Ufímtsev, o cuando la persona no padece una infección bacteriana, sino viral, contra la cual los antibióticos son totalmente inefectivos.
Se trata de un lamentablemente flagelo. En Rusia también se observa semejante tendencia de ingesta abusiva de antibióticos y además drásticos y de amplio espectro en los casos de resfríos banales. Es injustificado, aunque se hace por prescripción de los propios médicos.
Sabido es que los fabricantes de medicinas, que persiguen sus propios intereses, ejercen presión sobre los médicos. Y como resultado sufren los pacientes: tiene lugar una “hipercorrección”, una prescripción de fármacos innecesarios. En Rusia, donde la gente, por las colas en las policlínicas, con frecuencia se dedica a la automedicación, los farmaceutas asumen el papel de “doctores”. Ellos pueden aconsejar a los clientes cualquier cosa y vender libremente los remedios, que se venden con receta – dice la “Médica del año 2011”, la endocrinóloga de Vladivostok, Alexandra Mujótina:
La agresión farmacéutica que tiene lugar entorpece el tratamiento, porque se observa una recomendación infundada no solo de terapia antibacteriana, sino incluso de preparados hormonales. Estos no deben ser vendidos al paciente sin prescripción médica, sin receta. Seguramente a las farmacias les resulta muy beneficioso, ellas existen gracias a las ventas.
A consecuencia de semejante expansión farmacéutica los pacientes pueden contraer problemas más serios que la obesidad. Se trata de la resistencia a los antibióticos. En este caso, los remedios ya no pueden matar las bacterias perjudiciales, entre las cuales pueden estar los banales estafilococos, el bacilo de Koch, el agente de la tuberculosis. No es el primer año que los médicos hacen saltar las alarmas – señala la vicedirectora de la Oficina rusa de la Organización Mundial de la Salud, Tatiana Kolpakova:
Ahora la resistencia antibiótica creció tanto que el problema fue planteado y se discute al más alto nivel: en la Asamblea Mundial de la Salud. ¿Por qué? Porque la velocidad con que las medicinas pierden su efectividad, supera considerablemente los ritmos de elaboración de nuevos medicamentos.
Los expertos coinciden en opinar que una cantidad suficiente de nuevos antibióticos efectivos no aparecerá ni hoy ni mañana. Y si no se lucha contra el consumo inmotivado de antibióticos de gran difusión, la gente con gran trabajo podrá curarse de las enfermedades que no hace mucho se sometían perfectamente a la terapia.

Olga Sobolévskaia  /  http://spanish.ruvr.ru/

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