Inspirándose en los éxitos de sus aviones no tripulados (drones) en las guerras de Afganistán y de Irak,
EE. UU. sigue adelante con sus investigaciones de robots autónomos, a
los que otorga cierta libertad de elección. Y parece ya hay logros.
La eficacia demostrada por máquinas aéreas como el Global Hawk y el
Predator también empieza a ser aplicable a los robots terrestres.
El Pentágono calculó que de unos 6.000 robots empleados en las
operaciones de tierra, unos 750 perdieron su ‘vida’ en el campo de
batalla. Según los especialistas norteamericanos, estas operaciones
lograron salvar otras tantas vidas de soldados.
Sin embargo, el problema es que la maquinaria terrestre hasta aún es
demasiado ‘torpe’, ya que requiere asistencia humana para ser guiada en
unas condiciones que son mucho más difíciles que el aire.
Camiones militares que casi piensan por sí mismos
Mientras que un Terminator, objeto de deseo de todas las potencias
mundiales, sigue perteneciendo al futuro, los avances en la esfera de la
robótica son tan notables que los militares de EE. UU. no piensan
limitar su financiación pese a los inmensos recortes de su presupuesto
(más de 480.000 millones de dólares en la próxima década).
Tras los famosos robots guepardo, pulga y cucaracha, ahora desarrollan algo más grande.
Una empresa de Wisconsin ha creado una escuadra de camiones militares
que podrá llevar cargas de armamentos y equipamiento, y ser dirigidos
por un solo operador a través de una palanca de mando.
La creación de la compañía Oshkosh, que ya está siendo testada por el
Ejército, puede llevar 7 toneladas de carga y está equipada con
complejos sistemas de radares de corto y largo alcance junto con una
instalación que emite rayos laser para reconocer el terreno.
Los diseñadores dicen que las máquinas se mueven por sí mismas tomando
decisiones sobre las condiciones del terreno que las circunda. La
asistencia humana es requerida sólo en casos difíciles, cuando los
sensores de los camiones se confunden.
Varios expertos de la industria dicen que precisamente son este tipo de
problemas –cuando el ambiente es demasiado complicado para que el
ordenador lo comprenda-, lo que impide el rápido desarrollo de robots
totalmente autosuficientes.
Entre estos factores se encuentra la niebla, el polvo, el humo, restos o
escombros, que representan obstáculos difícilmente superables para la
máquina. Sin embargo, las investigaciones no cesan y los ingenieros
dicen que sólo es cuestión de tiempo que lleguemos a tener robots que no
necesiten de nuestro apoyo. Eso, según sus diseñadores, ayudará ahorar
vidas, tiempo e incluso combustible.
http://actualidad.rt.com/
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