Un magnetar, uno de los objetos más densos y extraños del Universo, desvela un comportamiento sorprendente jamás visto
NASA
Un equipo internacional de científicos ha publicado en la revista Nature el hallazgo de una extraña estrella de neutrones,
uno de los objetos más densos del Universo, en la constelación de
Casiopea, a unos 10.000 años luz de la Tierra. Se trata de una auténtica
rareza, ya que estas estrellas giran sobre sí mismas a una velocidad
endiablada, pero esta, por alguna razón, ha echado el freno. Repentinamente, ha comenzado a girar de forma más lenta, un comportamiento nunca visto antes en un objeto semejante.
El evento es, según los autores de la investigación, un misterio que
contiene pistas importantes para comprender cómo la materia reacciona
cuando se condensa con más fuerza que la densidad de un núcleo atómico,
un estado que ningún laboratorio en la Tierra ha logrado.
Una estrella de neutrones es lo más parecido a un agujero
negro que los astrónomos pueden observar directamente. Es el núcleo
aplastado de una estrella masiva que se quedó sin combustible, se
derrumbó por su propio peso y después explotó como una supernova. La que
queda después de la explosión se comprime en una bola de solo unos 12
kilómetros de diámetro pero con una masa descomunal, aproximadamente
medio millón de veces más que la de la Tierra. Una cucharadita de una estrella de neutrones pesa mil millones de toneladas, el peso de cien rascacielos hechos de plomo sólido.
Las estrellas de neutrones pueden alcanzar velocidades de giro tan rápidas como las aspas de una licuadora de cocina -hasta
43.000 revoluciones por minuto (rpm), y pueden tener campos magnéticos
un billón de veces más fuertes que los de la Tierra. Pero esta estrella
de neutrones, llamada 1E2259 586, es un tipo aún más extraño y raro. Es
una de las menos de dos docenas de estrellas de neutrones llamadas «magnetares» debido a que tienen campos magnéticos ultrafuertes, hasta aproximadamente 5.000 billones de veces los de la Tierra..
Los magnetares pueden tener arrebatos violentos de rayos X
tan fuertes que pueden afectar a la atmósfera de nuestro planeta, aunque
el magnetar está enviando sus explosiones desde el lado opuesto de
nuestra galaxia, la Vía Láctea. «Los magnétares son los más fuertes
imanes del Universo y algunos de los mejores laboratorios que tenemos
para comprender la física pura», afirma el astrónomo Jamie Kennea,
investigador de Universidad de Pensilvania y coautor del artículo. «Las
condiciones extremas en estas estrellas no podrían reproducirse en
ningún laboratorio en la Tierra».
«Totalmente inesperado»
Utilizando el telescopio de rayos X del observatorio Swift,
los científicos observaron pulsos convencionales de rayos X del
magnetar 1E 2259 586 desde julio de 2011 hasta mediados de abril de
2012. Durante este tiempo, el magnetar giraba una vez cada 7 segundos,
aproximadamente 8 rpm, y parecía estar disminuyendo a una velocidad
gradual y estable. Pero en la siguiente observación programada el 28 de
abril de 2012, los datos capturados por Swift mostraron que el giro de
la estrella se había desacelerado bruscamente en 2,2 millonésimas de
segundo.
«Esta estrella de neutrones está haciendo algo totalmente
inesperado. Su velocidad de rotación ha ido disminuyendo a un ritmo cada
vez más rápido», afirma Kennea. Los astrónomos ya habían observado
antes estrellas de neutrones que de repente aceleran sus giros, algo que
se conoce como «fallo» o «interferencia», pero nunca antes habían visto
una que desacelera, un «anti fallo».
El 21 de abril, justo una semana antes de que el Swift descubriera el cambio brusco, el magnetar produjo un breve pero intenso estallido de rayos X que
fue detectado por el telescopio espacial Fermi de la NASA. Los
científicos creen que esta erupción de 36 milisegundos de luz de alta
energía probablemente marcó los cambios que llevaron al magnetar a su
brusca desaceleración. Además, observaciones continuas han revelado que
la rotación del magnetar continua frenándose a un ritmo mucho más
rápido.
Estos descubrimientos enfrentan a los astrónomos a un nuevo
reto teórico que puede ayudarles a entender los misterios de estas
extrañas y densas estrellas.
j. de j.
http://www.abc.es
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