viernes, 31 de mayo de 2013

Viajar a Marte expondría a astronautas a peligrosas radiaciones


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Investigadores de la NASA analizaron la radiación medida por un instrumento a bordo del Mars Science Laboratory (MSL), que transportó al robot estadounidense Curiosity durante su vuelo desde la Tierra a Marte entre noviembre de 2011 y agosto de 2012, indicó un informe publicado en la revista Science.
Los astronautas que viajen a Marte se expondrían al límite de radiación aceptable para un ser humano, e incluso más, dijo ayer la agencia espacial estadounidense, que considera fundamental este tema para preparar una misión tripulada al planeta rojo.

"El nivel de exposición a la radiación que medimos está justo en el límite, o tal vez más allá de lo que es considerado aceptable por la NASA y otras agencias espaciales para toda una carrera como astronauta", dijo Cary Zeitlin, del Southwest Research Institute, uno de los autores del estudio.

"En términos de acumulación de las dosis de radiación, un viaje a Marte equivale a someterse a un escáner o TAC (Tomografía Axial Computarizada) de cuerpo entero cada cinco o seis días", dijo y agregó que esto no incluye la estancia en la superficie del planeta rojo, donde la radiación puede ser importante según las protecciones disponibles.

Sin embargo, subrayó el investigador, "estos límites dependen de nuestra comprensión de los riesgos para la salud humana asociados con dicha exposición a los rayos cósmicos. Y por el momento esta comprensión es muy limitada".

"Comprender la radiación en el interior de una nave espacial que lleve tripulaciones a Marte y otros destinos lejanos es esencial para preparar este tipo de misiones", dijo Zeitlin.

A partir de las mediciones del instrumento a bordo del MSL, y sin nuevos medios más rápidos de propulsión, los astronautas sufrirían la mayor parte de la radiación durante el vuelo de regreso a Marte, explicaron los investigadores, esto es, 662 milisieverts (mSv).

La NASA estima que un astronauta no puede estar expuesto a más de 1.000 mSv a lo largo de su carrera, lo cual aumentaría de 3% a 25% el riesgo de morir de cáncer.

La probabilidad "normal" de morir de cáncer en la población general es de aproximadamente 22%, dijo a la AFP Stephen Davison, responsable del programa de ciencias biológicas del espacio de la NASA.

En el espacio, los astronautas están expuestos a dos tipos de radiación: los rayos cósmicos galácticos y las partículas que emanan del sol.

Los rayos cósmicos están dotados de una energía muy alta, que no es frenada por la protección con la que están equipadas la naves espaciales actualmente en desarrollo.

Pero este tipo de protección puede ser un escudo eficaz contra las partículas solares, por lo general con mucho menos energía, señaló Zeitlin.

La intensidad de la radiación solar varía con el ciclo de actividad del sol, la cual fue baja durante el vuelo del MSL.

Para Robert Zubrin, un ingeniero nuclear que preside la Mars Society, "los resultados de este estudio muestran que la radiación no es un obstáculo insuperable" para una misión tripulada a Marte.

"Esto confirma que el riesgo vinculado a la radiación es aceptable", consideró.

"Francamente la radiación no representa sino una pequeña parte del riesgo de una misión a Marte", según el científico.

Los expertos coinciden en que posar de manera segura a los astronautas en la superficie de Marte es probablemente uno de los mayores retos de una misión tripulada al planeta rojo.
 
Los astronautas que viajen a Marte se expondrían al límite de radiación aceptable para un ser humano, e incluso más, dijo ayer la agencia espacial estadounidense, que considera fundamental este tema para preparar una misión tripulada al planeta rojo.

Investigadores de la NASA analizaron la radiación medida por un instrumento a bordo del Mars Science Laboratory (MSL), que transportó al robot estadounidense Curiosity durante su vuelo desde la Tierra a Marte entre noviembre de 2011 y agosto de 2012, indicó un informe publicado en la revista Science.

"El nivel de exposición a la radiación que medimos está justo en el límite, o tal vez más allá de lo que es considerado aceptable por la NASA y otras agencias espaciales para toda una carrera como astronauta", dijo Cary Zeitlin, del Southwest Research Institute, uno de los autores del estudio.

"En términos de acumulación de las dosis de radiación, un viaje a Marte equivale a someterse a un escáner o TAC (Tomografía Axial Computarizada) de cuerpo entero cada cinco o seis días", dijo y agregó que esto no incluye la estancia en la superficie del planeta rojo, donde la radiación puede ser importante según las protecciones disponibles.

Sin embargo, subrayó el investigador, "estos límites dependen de nuestra comprensión de los riesgos para la salud humana asociados con dicha exposición a los rayos cósmicos. Y por el momento esta comprensión es muy limitada".

"Comprender la radiación en el interior de una nave espacial que lleve tripulaciones a Marte y otros destinos lejanos es esencial para preparar este tipo de misiones", dijo Zeitlin.

A partir de las mediciones del instrumento a bordo del MSL, y sin nuevos medios más rápidos de propulsión, los astronautas sufrirían la mayor parte de la radiación durante el vuelo de regreso a Marte, explicaron los investigadores, esto es, 662 milisieverts (mSv).

La NASA estima que un astronauta no puede estar expuesto a más de 1.000 mSv a lo largo de su carrera, lo cual aumentaría de 3% a 25% el riesgo de morir de cáncer.

La probabilidad "normal" de morir de cáncer en la población general es de aproximadamente 22%, dijo a la AFP Stephen Davison, responsable del programa de ciencias biológicas del espacio de la NASA.

En el espacio, los astronautas están expuestos a dos tipos de radiación: los rayos cósmicos galácticos y las partículas que emanan del sol.

Los rayos cósmicos están dotados de una energía muy alta, que no es frenada por la protección con la que están equipadas la naves espaciales actualmente en desarrollo.

Pero este tipo de protección puede ser un escudo eficaz contra las partículas solares, por lo general con mucho menos energía, señaló Zeitlin.

La intensidad de la radiación solar varía con el ciclo de actividad del sol, la cual fue baja durante el vuelo del MSL.

Para Robert Zubrin, un ingeniero nuclear que preside la Mars Society, "los resultados de este estudio muestran que la radiación no es un obstáculo insuperable" para una misión tripulada a Marte.

"Esto confirma que el riesgo vinculado a la radiación es aceptable", consideró.

"Francamente la radiación no representa sino una pequeña parte del riesgo de una misión a Marte", según el científico.

Los expertos coinciden en que posar de manera segura a los astronautas en la superficie de Marte es probablemente uno de los mayores retos de una misión tripulada al planeta rojo.
 
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