¿Por qué se les llama quimeras humanas? ¿En
qué medida esto puede influir en su propia salud y en la salud de sus
hijos? ¿Y cómo pueden llegar a ser esa llavecita, que abra la puerta de
la curación de muchas enfermedades graves?
Pues bien,
en biología los animales u organismos vegetales, compuestos de tejidos
genéticamente heterogéneos, son denominados quimeras. En el mundo son
bien conocidos los experimentos del gran seleccionador ruso y
especialista en genética Iván Michurin, el primero que se dedicó a crear
plantas quimeras mediante el cruce de dos ejemplares de distinta
especie, para obtener un mayor rendimiento y una mayor resistencia a los
factores climáticos desfavorables.
Pero el quimerismo
se encuentra con mayor frecuencia en los vegetales, que en los
mamíferos. Para estos últimos es un caso muy raro. Tanto más interesante
en la historia protagonizada por la norteamericana Lydia Fairchild,
quien tras divorciarse decidió que su marido le pagará los alimentos a
sus hijos. Ambos tuvieron que someterse a un análisis de ADN para
determinar la paternidad y maternidad correspondientemente. Pero a la
Sra. Fairchild le esperaba una gran sorpresa. Resultó ser que ella no es
la madre de sus propios dos hijos, así como del tercero que llevaba en
su vientre en aquel tiempo. Al principio los médicos supusieron que la
causa podía ser una transfusión de sangre o el trasplante de algún
órgano, pero Lydia jamás se había sometido a esos procedimientos
médicos. Las autoridades locales ya querían abrirle un juicio por
fraude, cuando su abogado presentó al juez una nota de la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra
sobre quimerismo. Se decidió entonces realizar algunas otras
investigaciones médicas. Resultó ser que el ADN de los hijos de la Sra.
Fairchild confirmaba el parentesco solo con la abuela de ellos, la madre
de Lydia. Únicamente después del análisis del cabello tomados tanto de
la cabeza como del pubis de la mujer se consiguió echar luz sobre este
enigma. Resultó ser que estos contenían diferente material genético. El
quid de la cuestión residía en que aún siendo un embrión Lydia absorbió a
su hermana gemela y las células de esta última quedaron en su cuerpo.
Así que aún antes de su nacimiento Lydia era una quimera. Después de los
análisis le levantaron todas las acusaciones y en la televisión
dedicaron a su historia un programa titulado Mi gemela esta en mí.
Hasta
el día de hoy se han registrado unos cincuenta casos de quimerismo
humano. En realidad, semejantes precedentes pueden ser muchos más.
La bióloga Svetlana Kasátkina dijo a La Voz de Rusia en qué casos el hombre puede tener dos grupos de genes y convertirse en quimera:
–El
quimerismo puede desarrollarse en los humanos en varios casos, tanto de
forma natural como artificial. Al primero corresponden los procesos que
transcurren con el embrión durante el embarazo. Dos óvulos fecundados
pueden fusionarse en uno, como en el caso de Lydia Fairchild, y proveer a
su portador de un doble ADN. Existe asimismo el quimerismo de gemelos.
En este caso los gemelos heterocigóticos debido a la unión de los vasos
sanguíneos se transfieren las células recíprocamente. Y la última
variante es el quimerismo natural, llamado microquimerismo materno. Se
produce si las células del feto penetran en el sistema sanguíneo de la
madre y se habitúan allí. Además, en tal caso, la progenitora puede
librarse de muchas enfermedades.
En el caso
del quimerismo artificial participa la trasplantología. Durante el
trasplante de órganos a veces es de vital importancia que el organismo
sea una quimera peculiar y no empiece a rechazar el nuevo órgano. Hubo
un caso curioso, cuando a un hombre que contrajo el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) y padecía linfoma, le trasplantaron la
médula ósea para curarle una de sus enfermedades y sorpresivamente
también le curaron estas dos. El donante resultó ser el portador de un
gen, que garantiza la resistencia a estas enfermedades y lo transmitió
junto con la médula ósea al receptor. El quimerismo es un eje en la
medicina que debe ser estudiado de forma multilateral, ya que su
potencial es inagotable.
De modo que las quimeras
humanas realmente pueden influir de la mejor manera sobre nuestro
futuro. Los médicos no dudan de que el estudio de este fenómeno
permitirá curar muchas enfermedades, que ahora parecen ser incurables.
© Fotо: SXC.hu
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