Pero, tenga mucho cuidado… De repente Ud.
puede empezar a sufrir los terribles síntomas de esta enfermedad.
Todavía no se han inventado remedios para tratar este mal. Y si le
resulta interesante y no tiene miedo, pues este artículo es para Ud.
Por
primera vez el mundo tuvo conocimiento de la enfermedad de Morgellon
hace relativamente poco tiempo – en 2002, cuando Mary Leitao, quien
hasta la licencia de maternidad trabajaba de auxiliar de laboratorio en
un hospital, extrajo algo así como una pelusita de un absceso supurante
en el labio de su hijo Andrew. Poco después, las microheridas empezaron a
aparecer por todo el cuerpo del niño y de ellas comenzaron a salir
hilachas extrañas de color blanco, negro y rojo. El niño se quejaba a la
madre de que “bajo su piel se desplazan escarabajos”. La Sra. Leitao
fue a ver a ocho médicos para tratar de comprender lo que en realidad
pasa con su hijo, pero no obtuvo ninguna respuesta razonable. Todos los
doctores decían que el chico está completamente sano y los “extraños
hilos”, que le salen del cuerpo, son tan solo hilachas de la ropa, que
se pegaron a la herida.
Mary decidió empezar a
investigar por cuenta propia, ya que recibió educación médica, y después
de estudiar a fondo bajo microscopio las “hilos” de las heridas de su
hijo llegó a la conclusión de que no son fibras sintéticas de la
vestimenta, de la ropa de cama o de los juguetes de peluche, que rozan
la piel del chico. Empezó a buscar información en Internet y se enteró
que no solo su hijo sufre ese terrible mal, que los médicos se niegan a
reconocer, sino muchas personas. Fue entonces que creó con su marido una
organización para investigar esa dolencia que denominaron enfermedad de
Morgellon.
El dermatólogo Alexánder Tsvetkévich relató a La Voz de Rusia sobre el aspecto que presentan las personas afectadas por esa enfermedad y cuáles son sus síntomas principales:
—En
mi práctica tuve solo a dos pacientes con semejante “afección”. Ambos
tenían la piel hinchada en el lugar de las heridas. No obstante y en
primer lugar relaciono esto con un intenso rascado de la piel, dado que
tenía lugar una picazón incesante. Cuando examiné a los pacientes no
encontré ningún tipo de “hilos”, de los que ellos se quejaban.
Realizamos análisis clínicos de parásitos, que tampoco fueron
detectados. Pienso que es un problema inventado. La picazón pudo
aparecer por algún estrés nervioso o por problemas en el trabajo. ¿Y qué
hace la gente en nuestro país cuando se enferma? Lamentablemente no va
al médico y busca ayuda en Internet por falta de tiempo. Caen en algún
foro, en el que especialistas dudosos o personas corrientes les dan
consejos de cómo tratar mejor la dolencia, sin tener la menor idea del
carácter de la enfermedad y sin tener la posibilidad de practicar un
chequeo. Se produce un círculo vicioso. La gente lee historias terribles
en la red y la gente misma se pone el diagnóstico. Y después creen
tanto en su diagnóstico, que ningún médico ya no puede convencerlas de
que están sanas. Estimo que la enfermedad de Morgellon es sobre todo una
problema psíquico. Y los “enfermos” no son pacientes de terapeutas o de
dermatólogos, sino de psiquiatras.
Lo peor de todo
es que las personas afectadas por dicha enfermedad son más y más de año
en año. Tan solo en EEUU más de cinco millones de personas acudieron
con dicho problema a clínicas en 2012. Los enfermos están seguros de que
sacan de las heridas que producen comezón hilachas misteriosas, que
crecen directamente en los lugares afectados, y también dicen que han
visto en los poros de la piel algo parecido a huevos de parásitos. Para
resolver el problema ellos se lavan permanentemente, restregándose la
piel hasta que sangre y después se desinfectan todo el cuerpo con
vinagre o alcohol.
Los médicos y psiquiatras consideran
que las hilachas, que a veces se detectan durante el chequeo, tienen
procedencia externa, o sea que se prenden a los bordes ásperos de las
úlceras y a las costras de la piel. Los enfermos consideran que el
gobierno ignora adrede su mal, ya que realiza experimentos secretos con
seres humanos. Algunos en general suponen que los “hilos” son productos
de las mutaciones que se producen por la ingesta de alimentos que
contienen organismos genéticamente modificados.
Sea como
sea, tal cantidad de “pseudo-enfermos” despierta algunas dudas… ¿Será
posible de millones de personas no puedan distinguir los hilos comunes
de la ropa de los hilos que salen de sus propias heridas sangrientas? Y
si estas personas no mienten ¿por qué entonces los médicos atribuyen
todo a una enfermedad psíquica o a alucinaciones? Difícil es decir dónde
está la verdad en esta situación. Y si alguna vez Ud. se llega a
despertad con un picazón insoportable por todo el cuerpo, lo primero que
debe hacer es ir al médico. ¿Quizás se trate de un simple estrés?
Foto: www.inqui.ru
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