Investigadores dan un paso más en la comprensión de este milagro animal que el ser humano ansía imitar
Tras sufrir la amputación de una extremidad de su cuerpo, una salamandra es capaz de regenerar un miembro exactamente igual y
completamente funcional en un par de meses. Este milagro ocurre con
cualquier tejido, en cualquier parte del cuerpo, incluyendo los órganos.
Cómo lo logra sigue siendo un misterio, pero un grupo de científicos
cree haber dado con la clave. Según explican, el sistema inmunológico de estos anfibios es fundamental para que puedan volver a crecer sus partes amputadas.
En una investigación publicada por la revista Proceedings
de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS), un equipo del
Instituto de Medicina Regenerativa (NIDS) de la Universidad de Monash
(Australia) descubrió que cuando las células inmunes conocidas como
macrófagos, localizadas en los tejidos, fueron eliminados
sistemáticamente, las salamandras perdieron su capacidad de regenerar
una extremidad y en su lugar se formó una cicatriz.
James Godwin, autor principal del estudio, cree que estos
hallazgos permitirán a los investigadores dar un paso más para entender
qué condiciones son necesarias para la regeneración. «Antes pensábamos
que los macrófagos no importaban, y esta investigación demuestra que ese
no es el caso. Si los macrófagos no están presentes en las primeras
etapas de recuperación, la regeneración no se produce», explica.
Ahora, los investigadores quieren saber exactamente cómo
estas células contribuyen al proceso. «A la larga, esto podría conducir a
terapias que ajusten el sistema inmunológico humano para la
regeneración», dice Godwin.
Aparte de las aplicaciones de «santo grial», como sanar las lesiones cerebrales y la médula espinal,
Godwin cree que el estudio de los procesos de curación de las
salamandras podría conducir a nuevos tratamientos para una serie de
condiciones comunes, como enfermedades del corazón y el hígado,
que están vinculados a la fibrosis o cicatrización. Lograr una curación
sin cicatrices también mejoraría de forma importante la recuperación de
los pacientes después de la cirugía.
Hay indicios de que la capacidad de regeneración existe en
una variedad de especies animales, pero en la mayoría de los casos se ha
apagado por la evolución. «Algunas de estas vías de regeneración aún
pueden estar abiertas en nosotros», dice el investigador. Para ello,
«tenemos que saber exactamente lo que las salamandras hacen y cómo lo
hacen, para que se pueda realizar en terapias humanas».
abc.es
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