Un estudio realizado por el grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre de Madrid ha evidenciado que células madre de plancenta adultas pueden transformarse en células del hígados y permitir así la regeneración de este órgano si está lesionado.
El trabajo, publicado en la revista Cytotherapy,
de la Sociedad Internacional de Terapia Celular, evidencia que las
células madre mesenquimales -que dan lugar a diferentes tipos de tejido-
de placenta pueden llegar a transformarse en hepatocitos -células del
hígado- en determinadas condiciones.
El cultivo in vitro de estas células madre en un medio con
proteínas presentes de forma natural en el hígado -explica la Consejería
de Sanidad en un comunicado- permite que puedan convertirse en
hepatocitos y formar una estructura, conocida como hepatosfera y
semejante a un pequeño hígado de apenas medio centímetro de grosor.
Esta hepatosfera tiene la actividad propia del hígado, ya que produce
albúmina, una proteína que permite la distribución correcta de los
líquidos corporales en el organismo.
La investigación también resalta la capacidad de las células madre
mesenquimales de placenta de convertirse en hepatocitos si se cultivan
con elementos presentes en un hígado dañado, por lo que podrían ser
útiles en un futuro para su uso en lesiones hepáticas.
La investigación permitirá en un futuro mejorar las condiciones de
pacientes ya trasplantados como aquellos que permanecen en lista de
espera hasta que reciben el órgano de un donante compatible.
Así, el trasplante de hepatosferas mejorará la adherencia y
permanencia del injerto una vez trasplantado, así como la regeneración
del hígado.
Ana Isabel Flores, investigadora principal del grupo de medicina
regenerativa del área 5 del Instituto de Investigación del hospital, ha
explicado que su equipo aísla y estudia este tipo de células madre
adultas, que tienen un gran "potencial de diferenciación a distintos
tejidos", tras recoger placentas de recién nacidos "inmediatamente
después del parto".
El equipo procesa en el laboratorio las placentas con proteínas,
aísla las células, las coloca en cultivos y estudia "cómo se transforman
en otros tipos celulares".
Flores considera que esta es una "herramienta" muy importante para
"futuras terapias celulares y terapias géneticas" y que en algunos
estudios están "muy cerca" del "salto" del laboratorio "a la clínica".
El grupo del Hospital 12 de Octubre ha demostrado además, en otro artículo publicado en la revista 'Cancer Gene Therapy',
que el uso de estas células mesenquimales de placenta ralentizan el
crecimiento de los tumores de mama y retrasa la aparición de tumores
secundarios.
Según Flores, estas células pueden "servir como agentes terapéuticos
en cáncer de mama", ya que "disminuyen la aparición de metástasis y la
progresión de los tumores primarios en los animales con cáncer de mama",
lo que han comprobado en laboratorio y ahora están estudiando "en
vivo"en animales.
elpais.com
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