domingo, 28 de abril de 2013

Vuelven los mamuts

 

 
Vuelven los mamots

Científicos japoneses tienen planeado resucitar el mamut a más tardar en 2017. Ya ahora genetistas en todo el mundo trabajan en la clonación de animales extintos hace decenas de miles de años.

Unos expertos afirman que pronto la Tierra nos hará recordar la película de Hollywood Parque Jurásico, otros llaman a no confundir la realidad con las campañas publicitarias.
No es la primera década que la idea de la clonación de cualquier animal extinto inquietan las mentes paracientíficas. Hoy ya no se habla seriamente y ni siquiera en broma de la resucitación de los pangolines prehistóricos. Demasiados años han permanecido sus huesos en la tierra, de modo que de ellos solo quedan huellas en las piedras.

Otra cosa es el mamut peludo. La historia de estos animales comenzó casi simultáneamente con la historia del hombre, pero el fin de esa historia resultó ser muy súbito. A diferencia de los dinosaurios, cuyos restos encuentran con mayor frecuencia en los áridos desiertos pedregosos, los mamuts suelen hallarse en las zonas de congelación perpetua de Siberia y América del Norte próximas al polo. Después de yacer un millar de años en los hielos, los cuerpos de los animales se vieron en una especie de “refrigerador”, que favoreció la conservación de los tejidos blandos y huesos, y, a veces, del manto peludo. Pues aquí comenzó el milagro de la clonación de los mamuts, de la que los científicos, aunque con enorme escepticismo, por vez primera se pusieron a hablar en serio. Lo único que para ello necesitan los especialistas es un fragmento de tejido de la especie extinta con el ADN bien conservado. La ejecución de este proyecto es muy real, pero a nada bueno conducirá, afirma el biólogo, periodista científico y director del sitio web Juventud Eterna, Alexander Chubenko:
–Se desconoce la distribución de los genes en los cromosomas y no estoy seguro si se conoce en general el número de cromosomas, porque en los tejidos tan congelados lo único que queda son restos y fragmentos del ADN. En segundo lugar, no se sabe si la matriz de la elefanta aceptará el embrión de la cría de mamut, incluso si se lo obtiene, lo que es muy dudoso. Mucho más interesante, que estos proyectos de clonación, y con mayores perspectivas es la idea de John Horner de la Universidad de Montana. Él tiene pensado hacer algo así como dinogallinas o gallinasaurios. Se toma una gallina, se despiertan los genes durmientes en ella, que ahora ya no funcionan, y del huevo, incluso quizás en varias etapas, al fin y al cabo saldrá algo parecido a un dinosaurito.

Según el experto, este experimento científico saldrá aproximadamente 2 millones de dólares, mientras que el costo de la clonación del mamut puede cifrarse en miles de millones. Una suma mucho más modesta por la resucitación de sus animales domésticos han propuesto empresarios norteamericanos. La clonación del amado perrito o gatito en EEUU cuesta alrededor de 250 mil dólares. Pero una cosa son los animales domésticos y otra cosas totalmente diferente es el mamut, que, según los especialistas, simplemente no sobrevivirá en las actuales condiciones, porque el clima en la Tierra no es el mismo que hace cuatrocientos mil años atrás.
Mientras unos científicos recién intentan clonar un mamut, otros, de la Universidad australiana de Nueva Gales del Sur ya han reproducido el gen de una rara especie de rana. Esta especie desapareció totalmente del continente a principio de los años 80 del siglo pasado. Pero los embriones obtenidos resultaron ser no viables, tal como también sucedió con la clonación en 2009 de la cabra montés pirenaica, fallecida pocos minutos después de nacer. De todos modos, los científicos no se desilusionan y esperan un pronto avance en la clonación de las especie extintas. En que puede terminar todo esto y no obtendremos como resultado monstruos, reflexiona el Doctor en Biología y vicedirector del Instituto de Genética Molecular de la Academia de Ciencias de Rusia y jefe del Departamento de Genética Viral, Molecular y Celular del mismo instituto, Viacheslav Tarantul:

–Se está discutiendo un proyecto como, por ejemplo, la clonación del neandertal. Éste no es un hombre, sino cierta variedad ramificada. Todo esto es muy discutible, como la propia clonación del hombre, porque no se sabe qué saldrá de esto y cómo tratar a este ser, como a un animal o como a un hombre. En general, existen problemas tanto técnicos como morales y obviamente económicos.
Además de esto, hoy también existe otro problema muy importante. En Yakutia, en la zona de congelación perpetua, que cubre una enorme cantidad de formas de vida olvidadas, se ha desatado una verdadera “guerra” por los restos fósiles de animales extintos. Es que además de los grupos estatales de búsqueda, allí desplegaron una verdadera lucha los “cazadores de mamuts”. Se trata de que en 1990 en el mundo de prohibió el tráfico de colmillos de elefantes, y por eso los colmillos de mamuts, de los que tallan las cosas más variadas, desde piezas de ajedrez y hasta adornos, solo subieron los precios. Un par de colmillos puede costar en el mercado negro unos 75 mil euros. Sabido es que incluso la primera dama de EEUU, Michelle Obama, tiene un collar hecho de ese material.
Pero, mientras alguien se ocupa de la clonación de especies raras de animales, otro hace dinero con ello y campañas publicitarias, en el planeta queda un problema mucho más importante. La biodiversidad de la Tierra se vuelve cada día más pobre. Por eso muy pronto el mundo puede ponerse a pensar en la clonación de los tigres, leopardos y rinocerontes que aún viven.

mj/lj/er
Foto:www.acn.com.ve 

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