La lectura ofrece innumerables beneficios a la salud: mejora la actividad cerebral y estimula las conexiones neuronales.
Esta actividad obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, por tanto retrasa la pérdida de memoria y la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento, como el alzheimer.
El estrés, que es un efecto secundario del estilo de vida moderno, da lugar a muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Leer, particularmente relatos de ficción, puede ayudar a muchos en el manejo del estrés. Además, leer antes de dormir desarrolla buenas rutinas de higiene de sueño.
En alusión al vínculo entre el nivel de lectura con el aumento de la reserva cognitiva, el Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Guillermo García Ribas, indicó el martes que “se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías.”
Este martes, los países miembros de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) rindieron homenaje a los libros y a los autores.
El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial, ya que en este día, en el año de 1616, fallecieron personalidades como Cervantes, Shakespeare y el inca, Garcilaso de la Vega.
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