Científicos japoneses están desarrollando un “telescopio de vigilancia” para captar meteoritos peligrosos.
El proyecto fue motivado por la caída del bólido de Cheliábinsk el pasado 15 de febrero sobre esa ciudad de los Urales.
El
telescopio más grande del mundo permitirá localizar oportunamente los
pequeños cuerpos celestes capaces de chocar con la Tierra.
Representantes de la Agencia japonesa de Exploración Aeroespacial
presentaron el proyecto a sus colegas rusos en una conferencia
científica celebrada recientemente en la Universidad Estatal de
Cheliábinsk.
Habían llegado para conocer detalles de la
caída del meteorito y recoger información para un programa internacional
de protección antimeteoritos. Entre ellos estaban el gerente del
proyecto del explorador espacial Hayabusa-2, Makoto Yoshikawa, y el
presidente de la Asociación Japonesa de Seguridad Espacial, Takahashi
Noritsugu. He aquí lo que nos comentó al respecto la portavoz de la
Universidad de Cheliábinsk, Olga Schápina:
—Los
colegas japoneses se entrevistaron con nuestros investigadores,
conocieron la colección de los fragmentos recogidos del meteorito y
viajaron al lago Chebarkul, que, según suponemos, es el lugar de su
contacto con la superficie terrestre. Procuran definir la trayectoria
del bólido y el área de dispersión de sus pedazos, para lo cual
necesitan saber su tamaño. El objetivo de esta labor es apresurar la
creación de un telescopio especial de un coste total superior a treinta y
dos millones de dólares estadounidenses. Ahora, todo el mundo entiende
que el peligro de colisiones con meteoritos realmente existe y que los
daños podrían ser peores. Los japoneses nos regalaron un nuevo libro
sobre caídas de meteoritos donde hay varios capítulos dedicados al
meteorito de Cheliábinsk.
Con motivo de su caída,
Cheliábinsk es visitada por numerosas delegaciones científicas, no solo
de Japón, sino también de otros países. Un poco antes, atendió la
visita de un experto de la NASA.
Hay numerosos equipos
científicos, nacionales y extranjeros, que están investigando el
meteorito de Cheliábinsk. Entre ellos, el grupo del doctor Alexánder
Dúrov, de la Universidad de Cheliábinsk. El astrofísico tuvo la suerte
de ver el bólido con sus propios ojos. Gracias a ello, y a un minucioso
análisis de los datos de observaciones y los pedazos del meteorito que
se siguen recogiendo en la zona, estableció que la edad del “visitante
extraterrestre” era igual a la de la Tierra: cuatro mil quinientos
millones de años:
—Tenemos
una colección de cuatrocientos pedazos traídos desde diversas partes de
la región. El mayor de ellos, de casi un kilo de peso, nos fue regalado
por un vecino de la localidad de Kórkino. Hemos analizado muchas
grabaciones de vídeo. El momento de la explosión se observa muy bien en
las imágenes tomadas con la cámara de seguridad estándar instalada en la
plaza central de la ciudad.
El meteorito de
Cheliábinsk que ocasionó daños materiales a las casas de unas mil
quinientas personas (su onda expansiva rompió los cristales de las
viviendas y derrumbó el muro de una planta de cemento), encierra aún
muchos misterios. Los científicos estiman que tenía un peso de diez mil
toneladas, pero como se había atomizado al entrar en la atmósfera, solo
diez toneladas alcanzaron la superficie terrestre. Por el momento se han
encontrado unos sesenta kilos de fragmentos.
A
diferencia del lugar de la explosión, el punto de caída del fragmento
más grande del meteorito aún se desconoce. Hay un hoyo de ocho metros de
diámetro en el hielo del lago Chebarkul y un cráter en su fondo que
inducen a pensar que el fragmento puede estar allí. Pero los buzos que
exploraron el fondo varias veces aún no han encontrado nada: hay
demasiado barro.
La composición química del meteorito
de Cheliábinsk es muy heterogénea. Tanto es así que los estudiosos la
llaman en broma “ensalada”. Los químicos han detectado en ella
diecinueve elementos de la tabla periódica, entre ellos, hierro, níquel,
potasio, sodio y zinc.
El próximo año, con más
información disponible, la ciudad celebrará una conferencia
internacional sobre el meteorito. Hay varios documentales dedicados a
este singular fenómeno. Uno de ellos, filmado por NHK, se emitirá
próximamente en el Japón.
nv/as/sm
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