Son ya conocidas las sustancias
antimicrobianas en la forma de moléculas de decenas de aminoácidos. Sin
embargo, los científicos los emplearon por primera vez para la creación
de medicamentos. Resulta que, tales péptidos antibacterianos son
tóxicos. Con una concentración elevada es posible dañar no solo a las
bacterias sino al organismo.
El nanobiotecnólogo Ígor
Eliséiev, junto con científicos del Instituto de Medicina Experimental
de San Petersburgo, creó proteínas de propiedades antibacterianas que
poseen una toxicidad mínima. Estas proteínas son casi invulnerables, por
lo que para las bacterias es muy difícil oponerles resistencia, ya que
las proteínas creadas destruyen rápidamente el envoltorio de las
bacterias.
En otras palabras, los viejos antibióticos,
que a menudo resultan ser demasiado débiles y no pueden combatir
rápidamente una enfermedad, han comenzado a ser sustituidos por nuevos,
más eficaces.
Lo más probable es que, de momento, los
nuevos antibióticos comiencen a ser empleados como fármacos de efecto
local. “Es posible hacer de ellos una bala mágica, indicaba Ígor
Eliséiev. Pues, este es un conjunto tal de nanopartículas que ejercen no
solo influencia curativa, sino que sirven, además, para conducir el
medicamento al lugar estrictamente necesario”.
Ello significa que, el organismo en general estará protegido ante intoxicaciones.
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sb/kg/sm
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